El Ayuntamiento ha puesto solo 8 multas en 5 años por no recoger la caca del perro

  • Desde 2007, el Consistorio ha iniciado únicamente 8 expedientes sancionadores por dejar heces caninas en la vía pública.
  • Admite que en 2011 quedaron 45.300 excrementos en la calle.
  • Ana Botella amplió las sanciones hasta 1.500 euros, pero la Policía no da abasto.
Un excremento, abandonado por el dueño de una mascota en la plaza de Chueca.
Un excremento, abandonado por el dueño de una mascota en la plaza de Chueca.
Jorge Paris
Un excremento, abandonado por el dueño de una mascota en la plaza de Chueca.

El Ayuntamiento de Madrid no tiene reparos en emplear la mano dura para multar a los coches mal aparcados, a los conductores que sobrepasan la velocidad permitida, a los bares que incumplen la licencia o a los jóvenes que grafitean las paredes. Sin embargo, hace la vista gorda cuando se trata de sancionar a los dueños de perros que dejan las cacas sin recoger: en los últimos cinco años (desde 2007), el Consistorio solo ha iniciado ocho expedientes sancionadores por dejar excrementos caninos en la vía pública, según datos del área municipal de Medio Ambiente.

Y no es por falta de cacas en las calles: en 2011 se dejaron sin recoger en la capital "2,1 deposiciones por cada 1.000 metros cuadrados de acera" (unas 45.300 heces), según cálculos de la Dirección General de Gestión Ambiental Urbana.

El Ayuntamiento anunció en 2008 el inicio de una ‘cruzada’ contra las deposiciones caninas. Una de las principales medidas intentaba disuadir a los dueños incívicos mediante el endurecimiento de las sanciones económicas. La Ordenanza de Limpieza de los Espacios Públicos y de Gestión de Residuos establece que "incumplir la obligación de recogida inmediata de las deyecciones de perros" será considerado como infracción grave. En esta categoría, las multas van de 751 a 1.500 euros, en función de la "reiteración" y del "perjuicio causado".

La gran queja de los barrios

Sin embargo, casi tres años después de modificar la ordenanza, su efecto ha sido prácticamente nulo. "La falta de multas es un reflejo de la inoperancia del Ayuntamiento. La plaga de cacas es la gran queja de todos los barrios, es increíble que el número de sanciones sea tan bajo", apunta el responsable de Medio Ambiente de la Federación de Vecinos (Fravm), Francisco Caño.

"Esa pasividad policial provoca conflictos entre vecinos. Al final le toca al ciudadano actuar de gendarme y llamar la atención al dueño negligente", añade Caño. Para el concejal de UPyD Jaime de Berenguer, la escasez de multas "es peligrosa porque genera una sensación de impunidad entre los infractores y, además, se da mala fama a los dueños de perros que sí limpian, que en realidad son la mayoría».

La Policía Municipal reconoce que la ordenanza de limpieza urbana es difícil de cumplir a rajatabla. «Para que fuera efectiva habría que poner a un agente detrás de cada vecino, porque es muy raro pillar al dueño de un perro in fraganti; evidentemente, los infractores se esconden", explican fuentes de la Policía. Además, la amonestación a los incívicos no está entre las prioridades de los agentes: "Tenemos órdenes de que lo primero es perseguir los delitos y, después, atender los accidentes y controlar el tráfico. La ordenanza de limpieza queda en último lugar".

El Ayuntamiento sostiene ahora que la lucha contra las cacas va más allá de una política sancionadora. Sus líneas son "la concienciación de los ciudadanos con campañas informativas" y "facilitar los medios a los vecinos", como las papeleras con bolsas para excrementos, según defiende la directora de Gestión Ambiental Urbana, Fátima Núñez.

Un 43% más de bolsas para heces

El Ayuntamiento está satisfecho con los "avances" contra las defecaciones caninas. En su opinión, los vecinos son "más cívicos", ya que en 2011 se han gastado 87,2 millones de bolsas para recoger cacas (un 43% más). Y ello, a pesar de que a principios de año los antiguos sanecanes se quedaron sin bolsas. En 2011 hubo en las calles un 22% menos de excrementos.

Las obligaciones de los dueños de mascostas se recogen en el art. 21 de la Ordenanza de Limpieza de Espacios Públicos y de Gestión de Residuos:

  • Recogida inmediata: La persona que lleve al animal por la calle está "obligada a la recogida y limpieza inmediata" de sus heces. Debe depositarlas en "los lugares destinados al efecto".
  • Peor en parques: Hay más multa si defeca en áreas infantiles o emblemáticas.
  • Excepto los ciegos: Las personas invidentes quedan eximidas del deber de recoger las cacas de los perros guía.
  • Aseo callejero: También se prohíbe «la limpieza y el aseo de animales» en la calle.
  • Cadáveres: Es infracción muy grave (hasta 3.000 euros de multa) dejar animales muertos o quemarlos en la calle con peligro para la salud pública.
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