En persona es más guapa que en sus películas. Y algo más: pese a tener dos Oscar y ser una de las grandes actrices de la historia, Meryl Streep irradia naturalidad y simpatía. Ahí radican su encanto y su belleza: es una estrella, pero podría ser tu madre. O Margaret Thatcher.

¿Margaret Thatcher? Sí: es a ella a quien encarna Streep en La Dama de Hierro, que se estrena este jueves y por la que, sin duda, la actriz tendrá su decimoséptima candidatura al Oscar. ¿Por qué? Porque Streep no solo se transforma en la primera mujer que logró el cargo de primer ministro en Gran Bretaña, sino que también se adentra en el alma de la Thatcher actual, una anciana al borde de la demencia que no puede esquivar su pasado de mujer más poderosa del mundo.

"Al interpretar a un personaje de dimensiones shakesperianas como este –explica la propia actriz–, me sentí humilde e intimidada por su responsabilidad. Tomar decisiones tan difíciles como enviar a la gente a la guerra y luego tener que dormir por la noche... La gente cree que eso no pasa factura, pero sí. Esos líderes son personas, no dioses o monstruos". Streep, una vez más, demuestra tener algo de ambos: cargada de maquillaje y ladrona de gestos ajenos, la atractiva actriz de 62 años se transforma, como por arte de magia, en alguien 25 años mayor. No solo eso: los espectadores, anonadados una vez más, salen diciendo del cine: "¿La película? Bueno... La película es Meryl Streep".

Nació en Inglaterra el 13 de octubre de 1925. Su padre tenía dos tiendas de ultramarinos, donde trabajó con su madre y su hermana.

Madera de líder. Lo decían sus maestros: "Trabaja duro y ansía prosperar". Tras el colegio tocaba el piano, recitaba poesía, nadaba y jugaba al hockey.

Madre de gemelos. En 1951, y tras perder dos elecciones locales, se casó con el empresario Denis Thatcher. En 1953 tuvo gemelos, Carol y Mark, y se licenció en Abogacía.

Política. En 1959 entró en la Cámara de los Comunes: 20 años después, se convirtió en la primera mujer primer ministro del Reino Unido. Su dureza con los sindicatos, o con Argentina durante la Guerra de las Malvinas, le hicieron ser conocida como la Dama de Hierro.

Adicta al trabajo. No se sabe mucho de sus aficiones: dormía, como mucho, seis horas al día, y el resto lo dedicaba a trabajar.

Enferma. En 2008 su hija Carol publicó A Swim-On Part in the Goldfish Bowl: A Memoir, donde habla de la demencia senil que la afecta desde hace años.

Nació en Nueva Jersey, EE UU, el 22 de junio de 1949, hija de un farmacéutico y una editora de arte. Tiene dos hermanos.

Actriz precoz. Tras estudiar en Yale, se embarcó en una gira teatral con 18 años. Sus primeros trabajos importantes fueron en la serie Holocausto (1978) y en El cazador (1978), por la que logró su primera candidatura al Oscar.

Un matrimonio irrompible. En 1978 se casó con el escultor Don Gummer. Siguen casados y tienen cuatro hijos: un chico y tres chicas.

El primer Oscar. En 1980 obtuvo su primera estatuilla, gracias a Kramer contra Kramer. En 1983 recibiría el segundo, por La decisión de Sophie: desde entonces, ha sumado doce candidaturas más, la última en 2010.

Aficiones. Le gusta cocinar, la música (aprendió a tocar el violín preparando un papel) y se preocupa por temas medioambientales: sus dos últimos coches han sido híbridos.

Llena de vida. A sus 62 años, estrena una media de dos películas al año y recibirá, en la próxima Berlinale, el Oso de Oro honorífico por toda su carrera.