El juzgado de instrucción número 16 de Madrid ha ordenado el sobreseimiento provisional y, por tanto, el archivo de las diligencias abiertas contra los dos jóvenes que asaltaron el portal de la vivienda de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, la noche del pasado 19 de octubre y a los que ella misma relacionó con el movimiento 15-M.

Según ha sabido 20minutos.es de fuentes judiciales, el juez Emilio Coronado descarta que existiese un delito de allanamiento de morada, como denunciaron la propia presidenta y su marido, Fernando Ramírez de Haro, al presentar la denuncia ese mismo día en la comisaría de la calle de Leganitos.

Los acusados, según el auto, únicamente llegaron a acceder al patio de carruajes que constituye la entrada a la finca, situada en el centro de la ciudad. Al ser esta una zona de paso y no el lugar donde los residentes llevan a cabo su vida personal, entiende que no hubo posibilidad de que los hombres violaran la intimidad del matrimonio. Esta condición es indispensable para que exista el delito de allanamiento de morada.

El juez admite que la noche de los hechos los acusados golpearon la puerta principal de la vivienda saltando la cerradura, por lo que les sería imputable un delito de daños. Sin embargo, y dado que Aguirre no ha presentado -pese a requerírsele por el juzgado- documentos ni facturas que acrediten los daños causados y su cuantía, el instructor cree que no ha lugar a continuar con el procedimiento.

Los hechos, que la propia Esperanza Aguirre hizo públicos el pasado 20 de octubre durante un acto oficial, ocurrieron el 19 de octubre, cuatro días después de la manifestación masiva convocada por el movimiento 15-M en la capital por un 'cambio global'.

Ese mismo día, los 'indignados' 'okuparon' el Hotel Madrid, a pocos metros de la sede oficial del Gobierno de Comunidad de Madrid. El Ejecutivo Regional solicitó de inmediato a la Delegada del Gobierno, Dolores Carrión, que ejerciese sus competencias como responsable de la Policía Nacional en la región y desalojase el inmueble a la mayor brevedad posible.

Según Aguirre, dos hombres que, según dijo, "deben de ser 'indignados' de esos que protege la Delegada del Gobierno", habían intentado asaltar su casa, tras lo que habían sido detenidos por los guardias civiles que custodian el edificio.

"Si esto me pasa a mí, qué no pasará a los ciudadanos [...]", se lamentó la dirigente del PP, que se preguntó qué podría haber pasado "si en lugar de dos vienen ocho indignados y llaman a otros 25 y se organiza una 'ensalada' de tiros".

En ese momento, exigió la dimisión de Dolores Carrión e incluso telefoneó al ministro de Interior, Antonio Camacho, para pedirle explicaciones. Según su versión, la Policía Nacional había dejado libres a los asaltantes "sin interrogarlos".

El atestado de la Policía Nacional recogía, sin embargo, una versión distinta de los hechos. Según el mismo, los supuestos indignados eran dos jóvenes aficionados al Real Madrid que se encontraban en estado de embriaguez tras haber celebrado la victoria de su equipo por 4-0 ante el Lyon.

Los policías que les tomaron declaración les cachearon sin encontrarles "herramientas que pudieran facilitar el acceso a la vivienda".

El vídeo de las cámaras de vigilancia de la vivienda de Aguirre corroboró la teoría de que el asalto se correspondía más con una gamberrada. En él se ve cómo los dos hombres golpean la puerta de la vivienda y acceden al patio de carruajes. Tras comprobar la presencia de los agentes de seguridad, ambos salen corriendo hasta ser alcanzados.

Los hombres quedaron en libertad con cargos pocas horas después. Ahora, el auto del juez les exhonera de cualquier responsabilidad. Contra el auto cabe recurso de reforma que deberá presentarse en el plazo máximo de tres días, una vez que la decisión le haya sido comunicada a las partes.

Este jueves, después de que 20minutos.es hiciera público el auto del juez sobre el caso, Esperanza Aguirre rectificó en parte las declaraciones que hizo tras la noche de autos y ni si quiera mencionó a los indignados ni al 15-M.

"Nosotros no queríamos reclamar ningún tipo de gasto sino simplemente explicar que no es lo mismo romper una cerradura o un cristal por hacer el gamberro que romper una cerradura para entrar dentro", afirmó en rueda de prensa tras la reunión semanal de su Gobierno. En palabras recogidas por la agencia Europa Press, aseguró que su "interés" no es que les paguen la factura "sino que se pudiera saber a través de una declaración a estas personas que fueron llevadas a comisaría por qué razón de todos los portales que hay en Madrid casualmente pegaron un patada y entraron" en su casa.