El ministro Caldera precisó que no hay un incremento de la inmigración irregular, sino "un desplazamiento de la presión migratoria hacia el sur, por el buen funcionamiento de los acuerdos adoptados por nuestro país".

Por su parte, Ángel Acebes, recriminó a Caldera la política migratoria que está llevando a cabo, como consecuencia de la cual hay un "millón más de inmigrantes irregulares" en España y las fronteras se han convertido en un "coladero".

Esto último, sostuvo Acebes, lo están aprovechando las bandas de delincuentes para introducirse en el país: "Sí que tiene que ver con las bandas que trafican con seres humanos la delincuencia que se está produciendo en las casas, en los secuestros express, en los homicidios, claro que tiene que ver".

En su turno de réplica, Caldera pidió al PP que no haga una política de oposición "irresponsable" en materia de inmigración, y señaló que el problema reside en la pobreza, el hambre y la miseria del continente africano.

Además, denunció que la llegada más importante de pateras se produjo en 2003, con el PP en el poder.

"Nuestra política es la justicia social y el reconocimiento de los derechos", aseveró el ministro, frente a los cinco procesos de regularización acometidos por los populares "con 400.000 regularizados sin contrato de trabajo".

Esto se produce el mismo día en que la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha asegurado que en lo que va de año se ha expulsado a 31.000 inmigrantes ilegales de España.

Referéndum

Moratinos respondió así al portavoz de ERC, Joan Puigcercos, quien consideró que la UE ha "fijado una reglas de juego limpio" que pueden ser de utilidad para Cataluña, el País Vasco o Escocia.

En su respuesta, Moratinos planteó que en el caso de Montenegro no se ha tratado de un derecho de autodeterminación, sino del cumplimiento de un artículo de la Carta Constitucional de la federación con Serbia que establecía que, a los tres años, cualquiera de los dos podía decidir deshacer la federación.

Anécdotas

El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, recogió esta tarde una de las rosas blancas que repartía en el patio del Congreso la actriz Berta Ojea, representante del movimiento de mujeres artistas a favor del proceso de paz en Euskadi, cuyo regalo simbólico rechazaron algunos diputados del PP.

Ojea entró a la Cámara en compañía de la diputada Carmen Alborch, mientras en la puerta sus compañeras entregaban a parlamentarios y miembros del Gobierno las rosas blancas que han elegido como símbolo de su postura a favor del diálogo con ETA.

Por otra parte, una delegación del grupo parlamentario de amistad "Argelia-España" presenció hoy la sesión de control dentro de una visita de trabajo de tres días de duración.

         NOTICIAS ANTERIORES