Pío García-Escudero, del Partido Popular, ha vuelto a ser el senador más votado al haber obtenido 1,62 millones de sufragios, una cifra ligeramente inferior a la de los anteriores comicios, en los que hubo más participación.

En el año 2008 el senador por Madrid consiguió convertirse en el más apoyado de la democracia con 1.657.655 votos, un récord que no ha podido romper por poco en estas elecciones, en las que ha obtenido 1.628.650 con el 99 % escrutado.

En estos cuatro años, y tras 26 intervenciones en el Pleno, la mayoría sonados rifirrafes con el presidente del Gobierno, García Escudero revalida en todo caso su puesto como senador más votado.

El mérito añadido es que para la Cámara Alta se votan listas abiertas, en las que cada ciudadano elige a tres senadores, no necesariamente a los primeros, aunque no cabe duda de que a su favor juega el hecho de ser el cabeza de lista del Partido Popular por Madrid.

Así le ocurrió a Esperanza Aguirre cuando fue "número uno" por Madrid en 1996 y 2000 y obtuvo también el mayor número de votos, respectivamente 1.595.260 y 1.562.068. En estas mismas condiciones, Alberto Ruiz Gallardón se alzó en 1993 con los mejores resultados al Senado (1.344.395 votos).

Por ello resultó especialmente meritorio el caso de Mercedes Aroz, de la Entesa Catalana de Progrés por Barcelona, que se convirtió en 2004 en la senadora más votada de la historia con 1.602.225 sufragios, aunque no hay que olvidar que ese año el PSOE consiguió el Gobierno de la nación.

Se da la circunstancia de que Aroz abandonó la política activa una vez que terminó esa legislatura en 2008 por discrepancias personales con leyes como la del matrimonio homosexual o la investigación con células madre.

Ese año García-Escudero y otros dos senadores del PP -Alejandro Muñoz-Alonso y Rosa María Vindel- rompieron la marca de la senadora de la Entesa.

Nacido hace 59 años en Madrid y arquitecto de profesión, García Escudero saltó a la política parlamentaria en 1991, cuando fue elegido diputado autonómico madrileño. Dos años después ocupó la presidencia del partido en Madrid, y desde entonces ha ocupado distintos puestos de responsabilidad en la Asamblea, el ayuntamiento y el Senado, donde se estrenó como portavoz en 1996.

En los ocho últimos años se ha enfrentado a José Luis Rodríguez Zapatero en sus visitas mensuales al Senado. Mientras en la primera legislatura las discrepancias se centraron en la política antiterrorista, en la segunda la crisis económica y sus consecuencias han sido protagonistas absolutas.

En la etapa política que se abre ahora es previsible que el tono de García-Escudero sea bien distinto, si es que el sucesor de Zapatero, Mariano Rajoy, mantiene la costumbre de someterse al escrutinio del Senado.