M.Aznalcóllar y El Madroño cuentan con 4 nuevas zonas para ganadería con 860 hectáreas de pastizales

La iniciativa, fruto de la restauración de los montes tras el incendio de 2004, permite "aprender a prevenir y una oportunidad"
El Consejero De Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, En Aznalcóllar
El Consejero De Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, En Aznalcóllar
EUROPA PRESS
El Consejero De Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, En Aznalcóllar

El consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, ha visitado este miércoles una de las cuatro nuevas zonas ganaderas con las que cuentan los municipios sevillanos de Aznalcóllar y El Madroño, que engloban un total de 860 hectáreas de pastizales, ubicadas todas ellas en montes públicos de la Consejería de Medio Ambiente. Durante la misma, ha explicado que la iniciativa es fruto de la restauración integral de la zona incendiada en 2004 y que los terrenos cumplen una doble función como aprovechamiento y como defensa natural contra incendios.

Tras el incendio originado en Minas de Riotinto hace siete años y que afectó a terrenos de las provincias de Sevilla y Huelva, el Gobierno andaluz diseñó un Plan de Restauración para la zona incendiada, con un presupuesto de 40 millones de euros y del que se han beneficiado tanto montes públicos como aquellos privados que han suscrito convenios con la administración, algo más de 300.

La restauración se ha basado en dos objetivos fundamentales, la mejora de la resistencia frente a los incendios forestales de las masas creadas y la necesidad de potenciar los usos tradicionales del monte mediterráneo, con el fin de mejorar el desarrollo rural de la zona y la calidad de vida de sus habitantes. Gracias a este doble objetivo, los trabajos han conseguido crear un mosaico vegetal en el monte, con la alternancia entre zonas forestales arboladas y zonas de pastos con escasa vegetación arbórea, usando para ello una diversidad de especies mediterráneas. En este sentido, Díaz Trillo ha valorado el compromiso de todos para mantener los montes públicas, especialmente de los agentes de Medio Ambiente del Plan Infoca, a quien felicitó por la última campaña.

Estas grandes zonas de pasto son una nueva fuente de ingresos para el monte al ser aprovechables por los ganaderos locales apoyando el desarrollo rural sostenible de la zona. En este sentido, el consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, ha explicado, en declaraciones a Europa Press, que lo que fue un incendio terrible se ha convertido en un "gran reto" para la Administración andaluza.

"El esfuerzo en todos los sentidos, incluido el económico, supuso que había que aprender dos lecciones, prevenir antes que curar y que nunca más se diera un incendio de esas características, para lo que se ha repoblado "convenientemente y de forma inteligente" las zonas afectadas, ofreciendo garantías de que ante cualquier nuevo episodio se pueda atajar rápidamente", ha concretado.

La segunda lección, según el titular de Medio Ambiente, es la "oportunidad" que nos ha dado el incendio. "Una oportunidad de creación de riqueza y empleo en torno al medio natural", ha afirmado. "Poder adehesar un espacio de los montes quemados, repoblados adecuadamente, y dejar espacios para la creación de 860 hectáreas de pastizal para la ganadería ecológica, sumado a los aprovechamientos del corcho, la miel, de la actividad cinegética y el uso público, es una buena iniciativa para crear empleo y riqueza", ha resaltado.

Los trabajos de restauración,

Concluidos al 100%

Por otro lado, el consejero, que ha estado acompañado por el delegado provincial de Medio Ambiente, Francisco Javier Fernández, ha indicado que en Sevilla ya están concluidos al cien por cien los trabajos de restauración, con los que se han repoblado unas 3.000 hectáreas con especies autóctonas, con una densidad media de unos 100 pies por hectárea y empleando 35 especies diferentes como el alcornoque, la encina, el acebuche, el algarrobo, el piruétano o la higuera, entre los árboles.

Los arbustos que se han utilizado son el labiérnago, el mirto, el lentisco, el rusco y el romero. También se han trasplantado 6.000 árboles de gran porte afectados por obras de infraestructura. En cuanto a las zonas de pastizales, se han protegido ejemplares regenerados y se han plantado alcornoques con protección individual para evitar el diente del ganado, hasta alcanzar una densidad propia de una dehesa.

Las zonas ganaderas, cuyo presupuesto de creación y mantenimiento ha ascendido a mas de seis millones de euros —incluidos en los 40 millones del Plan de Restauración—, se han cercado perimetralmente con dos tipos de cerramiento, con muro de mampostería hormigonada de piedra en las zonas visibles desde carreteras y con caminos principales, en concreto 9,7 kilómetros; y el resto con postes de madera y alambre, en este caso, un total de 32 kilómetros. Asimismo, se han construido dos nuevas pantanetas para abastecer a 28 abrevaderos mediante un sistema de depósitos y bombas alimentadas por energía solar.

Las cuatro nuevas zonas de pastizal, se ubican, según informa la Consejería de Medio Ambiente a Europa Press, en las zonas ganaderas de Los Picaderos, Las Cañadas, Charcofrío y Las Catorce, en el término municipal de Aznalcóllar, las tres primeras, y del Madroño, la última. Estas superficies suman un total de 860 hectáreas, en particular, 340, 220, 120 y 180, respectivamente. Por otro lado, el ganado bovino es el que principalmente pasta en estas zonas, salvo en Charcofrío, donde lo hace el equino.

Ganadería ecológica

Durante su intervención, Díaz Trillo, que ha reconocido que la naturaleza enseña la "necesidad" de contar con el hombre, ha explicado que uno de los requisitos exigidos para la adjudicación de los aprovechamientos ha sido que los beneficiarios suscriban un compromiso de adhesión a la ganadería ecológica, incidiendo en la protección del medio ambiente, además de la producción de alimentos de calidad y bienestar animal.

Los ganaderos ya han iniciado el proceso de certificación de su ganado con el asesoramiento de las entidades acreditadas para ello, debiendo poner en práctica desde el primer momento todos los requisitos propios de la ganadería ecológica. Pasado el periodo de conversión, que oscila entre uno y dos años, obtendrán el certificado definitivo de conformidad y podrán comercializar los alimentos obtenidos como de producción ecológica.

Paralelamente a este trámite que deben seguir los ganaderos la Consejería de Medio Ambiente está llevando a cabo el proceso de certificación de los pastos de las zonas ganaderas, para garantizar que la alimentación que obtengan los animales bajo producción ecológica cumpla también con los requisitos exigidos por la normativa reguladora.

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