Un total de 23 padres bilbaínos se enteraron el año pasado de que sus hijos beben alcohol por una carta remitida por el Ayuntamiento. Desde 1998, cuando comenzó la iniciativa, ya son cerca de 600 las familias de Bilbao que han recibido la carta, después de que agentes de la Policía Municipal pillaran in franganti a los menores bebiendo alcohol en las zonas más concurridas los fines de semana: el Casco Viejo (Iturribide, Plaza Nueva o Prim) y la zona de Deusto.

La misiva pone el hecho en conocimiento de los padres y les advierte de que se trata de una medida municipal de prevención. El aviso no significa, de hecho, que se vaya a abrir un expediente sancionador al joven, pero sí aconseja a los padres que adopten las medidas que estimen oportunas en beneficio del menor.

La Policía Municipal, en todo caso, reconoce que son muchos más los menores que beben alcohol de forma habitual durante las noches del fin de semana. «Se llegan a ver a niños de hasta 13 años bebiendo kalimotxo», asegura un policía local que ha patrullado por el Casco Viejo las noches del viernes y sábado.

Pero no se trata de hacer una redada para sorprender a más menores. Se intentan atajar los casos más exagerados. «Se les pide que se identifiquen cuando reinciden o se ponen chulos», explican. La media de edad de los «sorprendidos» está entre los 15 y 16 años.

Luis Pantoja dtor de drogodependencias

«Los padres se sienten culpables al saberlo»

Como director del Instituto Deusto de Drogodependencias, conoce de primera mano la problemática de una sociedad en la que beber «está normalizado» y en la que los menores «comienzan a beber alcohol a edades más tempranas».

¿Beben cada vez más los menores por lo general?

Sí, sobre todo los fines de semana, aunque también entre semana. Un 70% de los jóvenes de entre 14 y 18 años beben alcohol de forma excesiva, en los botellones.

¿La edad con la que empiezan a beber es más cada vez más temprana?

Lo dicen todas las encuestas. La edad de acceso al alcohol en Euskadi está sobre los 12 años e incluso, en algunos sitios, a los 11 años. Los menores se lo toman con total naturalidad.

¿Le parece acertado el envío de una carta a los padres o considera que los padres no descubren nada nuevo?

Los padres y los hijos están cada vez más alejados entre ellos por el modo de vida actual. Y por eso, los padres no se enteran la mayoría de las veces de lo que hace el hijo.

¿Hay verdaderas sorpresas?

Estas cartas lo que le dicen a los padres es que se enteren de que su hijo, su hija, no es el angelito que crees que es; que a ti te da una visión y en realidad tiene otro patrón de comportamiento.

Y, una vez enterados, ¿qué?

Aquí viene la típica reacción de padre sorprendido. Es una reacción de padre culpable. Es el «yo creía, yo que te mando al mejor colegio, yo que te doy... y tú, fíjate...». Hay padres que se sienten desarmados, aunque hay otros que optan por el castigo.

¿Es la solución?

En ningún caso es la solución.

¿Cree que se debería informar de manera masiva ?

Cuando interviene la policía, los padres tienen una sensación de represión, aunque no sea así. Lo veo bien en los casos más exagerados.

Bio

Mexicano de nacimiento, es doctor y catedrático en la Univerisidad de Deusto. Tiene más de 20 libros publicados de drogodependencias.