El asesino de Oslo estará bajo custodia hasta su juicio en abril, pero con visitas, internet y TV

  • Anders Behring Breivik mató a 77 personas el pasado julio.
  • Recibirá cartas y visitas bajo estricto control.
  • Breivik admitió la matanza, pero rechazó declararse culpable.
    Anders Behring Breiviks, durante su primera audiencia pública.
    Anders Behring Breiviks, durante su primera audiencia pública.
    Heiko Junge/Scanpix / REUTERS
    Anders Behring Breiviks, durante su primera audiencia pública.

    Anders Behring Breivik, el joven que el pasado mes de julio mató a 77 personas en un atentado en Oslo y un tiroteo en la isla de Utoya, deberá permanecer otras doce semanas bajo custodia a la espera de juicio, según ha decidido este lunes un juez de distrito, que sin embargo le permitirá que pueda recibir visitas y cartas bajo un estricto control.

    Asimismo, el juez ante el que ha comparecido el joven le permitirá que a partir del próximo 12 de diciembre pueda tener acceso por primera vez a los medios de comunicación e incluso a Internet. Breivik había permanecido bajo confinamiento en solitario desde el pasado 22 de julio y se le habían negado las visitas, la correspondencia y el acceso a periódicos y televisión.

    En la vista de este lunes, Breivik ha admitido que fue él quien llevó a cabo la masacre del pasado 22 de julio en Oslo y en la isla noruega de Utoya, en la que murieron 77 personas, pero se ha negado a declararse culpable en su primera comparecencia pública ante un tribunal.

    Breivik, que detonó una gran bomba de fabricación casera en la capital y luego mató a tiros a 69 personas en un campamento de verano del gobernante Partido Laborista en la isla, ha dicho que no reconoce la autoridad del tribunal para juzgar su caso.

    "Soy un comandante militar del movimiento de resistencia noruego y de los Caballeros Templarios de Noruega. Respecto a la competencia (del tribunal), me opongo a ella porque ustedes han recibido su mandato de organizaciones que apoyan la ideología (y) porque respaldan el multiculturalismo", ha declarado. "Reconozco los hechos pero no me declaro culpable", ha añadido.

    La matanza conmocionó a la sociedad noruega, caracterizada por su carácter abierto y pacífico, y desencadenó un debate público sobre la inmigración y la seguridad.

    Junto al tribunal había un grupo de manifestantes que portaba una pancarta con la frase "Que no se dé un altavoz a los fascistas". Breivik pidió permiso para dedicar unas palabras a los supervivientes y a los familiares de las víctimas, pero el tribunal se lo denegó.

    "Entiendo que las partes agraviadas están presentes, ¿puedo decirles algo?", ha preguntado, pero el juez ha declinado la petición y Breivik no ha insistido. Se permitió la entrada de unas 120 personas en la sala, mientras que varios centenares se quedaron fuera de la misma y siguieron la comparecencia a través de una conexión por vídeo.

    Ésta es la primera vez que el asesino confeso, de 32 años, habla públicamente, aunque es su cuarta vista judicial. Como ya se esperaba, el tribunal ha decidido mantenerle en prisión, donde seguramente permanecerá hasta que comience el juicio, posiblemente en la primera mitad de 2012.

    Las autoridades han indicado que los psiquiatras designados por el tribunal tiene previsto terminar su trabajo a finales de este mes y que el juicio pueda comenzar previsiblemente el 16 de abril del año que viene.

    Asimismo, indicaron que la sala empleada este lunes será reconstruida en su totalidad para el juicio, duplicando prácticamente su capacidad hasta los 240 asientos y añadiendo un centro de prensa para entre 250 y 300 periodistas.

    Tras la audiencia, un joven de 20 años superviviente del tiroteo en la isla ha dicho que el autor de la matanza parecía nervioso y pequeño este lunes, muy lejos de la persona que mató a decenas de personas con un fusil semiautomático. "La última vez que le vi me apuntó y disparó", ha señalado Bjoern Ihler, para quien "ha estado bien verle hoy reducido (...) en la isla parecía muy frío calculador y preciso en sus movimientos".

    Daniel Vister, otro superviviente, también ha concedido en que Breivik parecía débil. "Creo que lo que dijo ahí demuestra que está completamente loco", ha opinado. "Definitivamente no es de este planeta", ha añadido.

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