La próxima legislatura promete ser la de la lucha contra el fraude fiscal. Al menos en eso coinciden todos los programas electorales de los principales partidos políticos –PSOE, PP, CiU, PNV, IU y UPyD–, que se comprometen a emprender amplias reformas en la Agencia Tributaria para dotarla de más medios técnicos y humanos o endurecer las penas por delitos fiscales. Todo para reducir el fraude fiscal y la economía sumergida, que suponen una quinta parte de la riqueza nacional.

Las formaciones políticas con más representación apenas coinciden en dos propuestas más. Por un lado, acabar con el déficit y recortar los gastos superfluos: todos apuestan por acabar con las duplicidades y los solapamientos en las competencias, es decir, que cada asunto lo lleve solo una administración. Por otro, proponen reformar el IVA para que las pequeñas y medianas empresas pospongan su devengo hasta que hayan cobrado.

20minutos analiza las medidas más destacadas de cada formación dirigidas a acabar con la crisis y con el 20-N como horizonte más inmediato.

Bonos patrióticos en el PSOE. En su programa de cara al 20-N, los socialistas apuestan por desarrollar las reformas y los planes aprobados en esta legislatura (economía sostenible, sistema financiero...), aunque no faltan las medidas novedosas. Una de ellas es la posibilidad, voluntaria, de cobrar las devoluciones del IRPF con bonos patrióticos que ayudarían a financiar al Estado. Además, proponen subir el IRPF del ahorro y el de las rentas más altas. Otra reforma fiscal será crear un nuevo impuesto para las grandes fortunas que sustituya al de patrimonio.

El PP, a favor del ahorro. El partido de Mariano Rajoy modificará el IRPF para que beneficie más el ahorro, e implantará un IVA superreducido para la compra de vivienda. Una de las medidas concretas dirigidas a la recuperación económica será la bonificación de hasta 3.000 euros para las cotizaciones sociales de los autónomos que contraten a un empleado. Además, los populares promoverán la privatización de servicios públicos como las televisiones autonómicas, además de la liberalización del mercado ferroviario y los aeropuertos.

CiU reclama un pacto fiscal con Cataluña. Convergencia i Unió vuelve a hacer suya la reducción del déficit fiscal de Cataluña, para lo que propone un pacto entre esta Comunidad y el Estado. Para dinamizar la economía, proponen reducir impuestos a la inversión empresarial, la reinversión de beneficios y la creación de empleo. Para ayudar a los emprendedores, prometen que si gobiernan, estos no tendrán que pagar el IRPF hasta que no facturen al menos 30.000 euros anuales.

Ambicioso plan de empleo en IU. La formación de Cayo Lara apuesta por el empleo público para salir de la crisis, con un plan de choque que ocuparía a 300.000 personas en la reforestación de bosques, a otras 200.000 en la rehabilitación de viviendas y a 170.000 en empleos sociales. También proponen reducir por ley la jornada laboral a 35 horas semanales (con igual sueldo). En materia fiscal, igualarán las tributaciones del trabajo y el capital, y subirán el impuesto de sociedades en 5 puntos.

El PNV pide más impuestos. Los nacionalistas vascos subirán los impuestos a los deportistas de élite y a las Sicav (sociedades para grandes fortunas, que tributan actualmente al 1%). A su vez, proponen una bajada de impuestos a las energías limpias. En cuanto a la salida de la crisis, piden un plan de reindustrialización en internacionalización de la industria, con especial atención al I+D+i.

En UPyD suprimirán las diputaciones. El partido de Rosa Díez apuesta por suprimir las diputaciones forales y provinciales, así como fusionar los ayuntamientos de menos de 5.000 habitantes. Su reforma laboral incluye la prohibición de los contratos temporales y la generalización de uno indefinido con indemnización progresiva.

Ninguno de los dos entra en detalles de cómo y en qué casos, pero tanto el PSOE como el PP prometen medidas encaminadas a legalizar y promover la dación en pago, es decir, que la entrega de la vivienda salde definitivamente la deuda hipotecaria. Otro tema polémico en la pasada legislatura, el canon digital, aparece en los programas de los dos grandes partidos: los socialistas proponen eliminarlo y crear "otro modelo de protección", mientras que los populares se limitan a decir que los suprimirán.