"Pernicioso socialmente", así califica el magistrado del Tribunal Supremo José Manuel Maza lo que está sucediendo con los juicios paralelos y preliminares que algunos medios están llevando a cabo. Lo último, y por lo que le preguntamos en concreto, es la entrevista del pasado sábado en La Noria (Telecinco) a la madre del Cuco, condenado por el caso Marta del Castillo, y por la que podría haber obtenido 10.000 euros. El escándalo no solo fue para muchos televidentes y para la madre de la víctima, la propia Fiscalía de Sevilla solicitó ayer al Juzgado de Menores número 3 (que condenó al Cuco por encubrimiento) que intervenga lo que ha cobrado y que se destine a pagar la indemnización (414.000 euros) por los gastos de la búsqueda del cuerpo de Marta.

"Los juicios paralelos son algo repudiable y rechazable, porque generan una pérdida de la presunción de inocencia del acusado y porque se opina con desconocimiento de Derecho, o sea que se desinforma. Y eso perjudica a la calidad de la prueba", advierte el magistrado, para quien todo esto puede influir en el jurado.

Y no es nuevo, como recuerda el sociólogo Guillermo Sánchez Prieto, "ya con las niñas de Alcàsser se hizo un juicio paralelo. Y no se tomó nota entonces de los efectos". Para este profesor universitario y director de la consultora Blu, la consecuencia es clara: "Se produce una trivialización de la Justicia, porque cualquier 'justicia' vale, sobre todo la de los medios de comunicación". En relación a la entrevista a la madre del Cuco, su reflexión formulada como pregunta da tal vez con la clave: "¿Qué clase de objetividad nos da una persona que va a la tele y cuenta su testimonio por 10.000 euros?".

Las niñas de Alcàsser, como recuerda Guillermo, o Rocío Wanninkhof o Madeleine o Ylenia (cuya madre, Romina, será entrevistada este sábado también en La Noria) han sido objeto televisivo, motivo de juicios múltiples, paralelos o preliminares y siempre finalmente populares. El problema de todo esto es la manera en que se puede perjudicar el proceso judicial y el mensaje social que se emite: todo vale.

La pregunta al magistrado surge inevitable: ¿Las teles deberían tener alguna limitación legal? "Lo ideal sería el autocontrol, que establecieran códigos éticos y los respetaran. Pero a la vista de lo que sucede, y no solo con esto, también con los horarios infantiles, debería haber alguna previsión legal que lo regulase", dice Maza. ¿Y el derecho a informar? "Una cosa es informar y otra muy distinta hacer todo el enjuiciamiento previo en la televisión".

La televisión autonómica valenciana es una de las cadenas que ha tenido que hacer frente a la intervención judicial por injurias y calumnias. El noticiario nocturno de Canal 9 está obligado a leer durante 6 días de esta semana y la próxima el fallo de la sentencia que la condena por injurias y calumnias por los comentarios vertidos en un programa en 2007 durante el juicio por los crímenes de Alcàsser.