El probable ganador de las elecciones presidenciales de Bulgaria, el candidato oficialista Rosen Plevneliev, es un millonario empresario de la construcción que hasta ahora era ministro de Desarrollo.

Las encuestas a píe de urna le dan como seguro ganador de los comicios, con el 57 por ciento de votos, frente al 43 por ciento de su rival, el socialista Ivailo Kalfin.

Durante la campaña electoral, Plevneliev había insistido en distanciarse del Gobierno y presentarse como un presidenciable independiente y libre de ataduras partidistas, que trata de evitar ser agresivo y prefiere cuidar una imagen positiva y optimista.

Con una fortuna calculada en unos 6 millones de euros, forjada durante los años de la transición desde el comunismo, este empresario de 47 años de edad hace gala de no tener el carné del partido del Gobierno, el GERB.

Incluso se jacta de llevar en ocasiones la contraria al autoritario primer ministro, Boiko Borisov.

Es uno de los pocos empresarios búlgaros que han reconocido en público su fortuna millonaria, algo poco común en un país donde organizaciones mafiosas han asesinado unas 150 personas en los últimos años en circunstancias nunca esclarecidas.

Con buenos vínculos económicos y políticos con Europa, sobre todo en Alemania, donde sus empresas son muy activas, Plevneliev cuenta con una formación científica, además de hablar alemán e inglés.