Unos 400 'indignados' han debatido en la tarde de este lunes en una asamblea celebrada en la plaza de Jacinto Benavente de la capital los posibles usos que tendrá el Hotel Madrid, un edificio 'okupado' durante la jornada del 15-O, y que probablemente tendrá una función relacionada con el acceso a una "vivienda digna".

Tras las multitud de propuestas presentadas durante la reunión se ha decidido posponer la votación final a una asamblea que se celebrará el miércoles a las 19.00 horas; hasta entonces, todas las propuestas se colgarán en Internet para su difusión y análisis.

Las ideas presentadas por los 'indignados' han tenido como común denominador el objetivo de destinar este espacio, en parte o en su totalidad, a acciones relacionadas con el acceso a una vivienda digna. Las proposiciones versaban desde que parte de las habitaciones se dediquen a alojar temporalmente a los desahuciados de sus viviendas, pasando por la creación de un espacio de viviendas "autogestionadas" o que las personas sin hogar puedan pernoctar en este hotel 'okupado', entre otras iniciativas similares.

También ha tenido mucha acogida las sugerencias para que los grupos de trabajo de Acampada Sol y las asambleas de barrios celebren sus sesiones de trabajo en los espacios de este edificio, ya que, con la llegada del invierno, será más difícil desarrollarlas al aire libre.

El Hotel Madrid está ubicado en la calle Carretas y fue 'okupado' espontáneamente por medio centenar de personas tras las protestas del 15-O. Cuenta con cerca de medio centenar de habitaciones, en las que actualmente pernocta un grupo de personas para impedir que sea desalojado.

La mayoría de los 'indignados' que han asistido a la asamblea ven en esta ocupación una "cristalización" del Movimiento 15-M, que podría ser ejemplo para la ocupación de otros espacios en todo el territorio nacional tanto para personas que han sido desahuciadas como para otro tipo de acciones "autogestionadas".

Muchos 'indignados' tampoco quieren que este espacio se convierta en otra acampada: "Esto no es Acampada Sol. La permanencia de ese tipo, aunque estuvo muy bien, se ha acabado. No debemos establecer la misma relación", ha explicado un joven. El único consenso alcanzado ha sido la necesidad de acondicionar el espacio -sin agua corriente y lleno de escombros-, y que la puerta permanezca abierta -hasta ahora existían unas horas de apertura- a cualquier persona, excepto periodistas y agentes de policía.