Bildu de Bilbao ha considerado "repugnante" el nombramiento de la ex alcaldesa de Zamudio, Sorkunde Aiarza (PNV), "condenada por prevaricación y que se encuentra inhabilitada por nueve años para ejercer como cargo público", para dirigir el Museo de Reproducciones de la capital vizcaína.

En un comunicado, el portavoz de Bildu en el Ayuntamiento de Bilbao, Txema Azkuenaga, ha criticado "la postura política" del PNV por elegir a una persona "sobre la que pesa una condena de nueve años de inhabilitación especial" y ha dicho que, "tanto política como éticamente, es indefendible tal nombramiento, por mucho que viniera precedido de un proceso de selección de una empresa externa, ajena al Patronato, pero, en absoluto, vinculante para el mismo".

El portavoz de Bildu ha recordado a la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Bilbao, Ibone Bengoetxea, presidenta del Patronato "cuando su compañera de partido fue elegida", que "la mujer de César no sólo debe ser honrada, sino parecerlo", por lo que "decisiones como ésta contribuyen a desacreditar aún más la pésima fama que tienen los políticos ante la ciudadanía".

Azkuenaga ha recordado que la ex alcaldesa del Ayuntamiento de Zamudio, Sorkunde Aiarza, "fue condenada por sentencia del Juzgado de lo Penal número 3, de Bilbao, a nueve años de inhabilitación especial para el desempeño de cargo público, por haber cometido un delito de prevaricación (dictar a sabiendas una resolución ilegal), sentencia que alcanzó firmeza tras dictar la Audiencia Provincial de Bizkaia otra que la ratificaba".

"No podemos obviar que la prevaricación, junto con el cohecho, es uno de los delitos que más repugna a la ciudadanía, que se siente traicionada, en este caso, por la persona elegida para desempeñar dicho cargo público", ha indicado.

Azkuenaga ha denunciado que Aiarza "no puede ejercer cargo público, por haber delinquido, pero es nombrada coordinadora de un ente, dominado por cargos públicos o nombrados por éstos, en este caso, por el PNV, deviniendo en un nombramiento que roza los límites de la legalidad, y, en cualquier caso, repugna desde el punto de vista democrático".