El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha logrado el aprovechamiento comercial y viabilidad técnica y económica de crustáceos descartados e inutilizados de forma habitual para su consumo directo, por la flota gallega en pesquerías de las costas de Galicia, Portugal y Gran Sol. Anualmente, la flota gallega puede descargar cerca de 10.000 toneladas al año que podrían tener un valor económico próximo a los dos millones de euros.

La investigación, en el marco de un proyecto financiado por la Xunta y liderado por la Cooperativa de Armadores del Puerto de Vigo (ARVI), contó con la participación de la consultora Serviguide y de empresas armadoras, del sector pesquero y gastronómico. Concretamente, se trata de cuatro especies —nécora, falsa nécora, langostilla y patexo—, crustáceos objeto de estudio por ser los más abundantes dentro de los descartes de la flota gallega.

La Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que algunas flotas europeas descartan en aguas europeas hasta el 70 por ciento del total de sus capturas al tratarse de especies que carecen de interés comercial, y que se generan entre siete y diez millones de toneladas de descartes al año a nivel mundial.

Con este proyecto, se pretendía evaluar el uso potencial de crustáceos descartados como alimento para consumo humano o animal, así como para extraer sustancias de uso farmacológico o estético, entre otros, con el fin de establecer su potencial interés comercial y analizar el mercado existente para comercializar dichos productos.

Para ello, se cuantificaron y caracterizaron bioquímicamente los cuatro principales crustáceos que descarta la flota gallega que faena en el Gran Sol, Caladero Nacional Cantábrico y Noroeste, y costa de Portugal. Posteriormente, con dichos crustáceos, se realizaron pruebas piloto para estudiar su posible valorización, lo que permitió establecer su potencial comercial y económico en diversos campos —alimentación humana, alimentación animal, elaboración de productos farmacéuticos y cosméticos—.

"interesantes posibilidades culinarias"

Según los estudios realizados, de entre las especies de crustáceos descartadas, la langostilla (Munida spp.) reúne "interesantes posibilidades culinarias", tanto en olor como sabor, para elaborar distintas recetas, tales como el fumet, crema de mariscos o paté. Las recetas han sido evaluadas pro la empresa Porto de Muíños.

La elaboración de harina es otro de los usos comerciales que pueden tener estos descartes, sobre todo en el caso del patexo (Polybius henslowii), especie de la que la empresa Dilsea S.L. realizó un proceso de fabricación de harina de marisco que puede emplearse para alimentar a especies de acuicultura —moluscos, erizos...—.

Por otro lado, los cuatro crustáceos descartados por la flota pueden tener un valor comercial como fuente de sustancias antimicrobianas, que matan o inhiben el crecimiento de microbios —bacterias, hongos, virus...— y que se puede emplear en medicamentos, productos de cosmética, tratamiento de aguas o materiales biomédicos, entre otras.

"diferentes alternativas"

"Con los resultados de la investigación, se constata que existen diferentes alternativas para valorizar y emplear como materia prima descartes de los cuatro crustáceos, lo que tiene ventajas para la flota al poder pasar a considerar el descarte un nuevo producto con valor comercial y económico", ha manifestado el profesor de investigación del CSIC en el Instituto de Investigaciones Marinas e investigador principal del proyecto, Ricardo I. Pérez.

En este sentido, advierte que "aunque en la actualidad las elevadas cantidades de descartes no tienen un valor comercial aplicable, con investigaciones de este tipo, se aprecia que se pueden convertir en un atractivo para las flotas y reportarle beneficios".