El coordinador de Ezker Batua Berdeak, Mikel Arana, se ha felicitado por que las protestas contra el discurrir de la Vuelta Ciclista a España por Euskadi hayan pasado de "chinchetas, clavos y amenazas de bomba" a "manifestaciones pacíficas en contra de la imposición".

"Afortunadamente, lo que antaño fueron chinchetas, clavos y amenazas de bomba al paso de los ciclistas, hoy son manifestaciones pacíficas en contra de la 'imposición'. Algo hemos ganado", subraya.

En un artículo en su blog titulado "La Vuelta pasa por Euskadi", Arana lamenta que, "como muchas veces ocurre en este país, lo que debería ser un acontecimiento deportivo, se ha convertido, por mor de unos y otros, en una cuestión política".

Según critica, "mientras unos han querido hacer un ejercicio de unionismo, los otros aprovechan el viaje para reafirmar su independentismo", mientras que "entre unos y otros están los que les gusta el ciclismo y les apetece ver el final de una etapa en directo y los que están preocupados por los cortes de carretera que supone un acontecimiento de estas características".

Tras insistir en que "no es bueno mezclar lo político con lo deportivo" porque es "el camino más corto a la contradicción", el líder de EB ha dicho que hay "hinchas independentistas del Athletic y Real suspirando porque sus equipos sigan en la primera división de la liga española, republicanos convencidos (como yo) suspirando porque esos equipos ganen la Copa del Rey y unionistas de tomo y lomo animando como locos a Euskaltel-Euskadi".