La Policía Foral detuvo, el pasado 23 de agosto, a dos hombres, de 31 y 38 años y de nacionalidad marroquí, a los que se vincula con la oleada de robos sufridos por numerosos peregrinos del Camino de Santiago a su paso por Navarra.

A la vista de los objetos recuperados, los agentes calculan que han sido al menos treinta los caminantes víctimas de las sustracciones. La operación, denominada 'Santiago', permanece abierta, según ha informado el Gobierno foral a través de un comunicado.

En concreto, los detenidos actuaban de madrugada, entre las 3 y las 4 horas, cuando los peregrinos se encontraban durmiendo en los albergues. Tras forzar la entrada, accedían a las pertenencias de los caminantes y, con gran sigilo, robaban todo lo que les resultaba de interés.

Las investigaciones se pusieron en marcha después de que el 16 de agosto un ciudadano francés denunciara en las dependencias de la Policía Foral el robo de un teléfono móvil en el albergue de peregrinos de la localidad de Larrasoaña, y de que el día 18 la titular del albergue de Cizur Menor denunciase también varios robos continuados a lo largo de dicho mes, lo que según dijo estaba provocando una grave alarma entre los caminantes.

El 20 de agosto efectivos de la División de Prevención y Atención Ciudadana de la Policía Foral, en colaboración con la Brigada de Delitos Económicos y contra el Patrimonio, establecieron un dispositivo especial de vigilancia en torno a los diversos albergues de la zona de Pamplona y su comarca.

Fruto de dicho dispositivo, durante la madrugada del 23 de agosto de 2011 se procedió a la detención de dos varones de nacionalidad marroquí: A.T de 31 años y vecino de La Unión (Murcia) y A.O. de 38 años y vecino de Barañáin, que intentaron robar en el albergue de Cizur tras forzar la entrada después de haber huido en un turismo de las proximidades del albergue de Larrasoaña al detectar la presencia policial.

Como consecuencia de las investigaciones realizadas por los policías encargados del caso fueron localizados un turismo y una furgoneta en los que había diversos objetos que presuntamente habían sido robados a los peregrinos. Del mismo modo, en el registro efectuado en la habitación que uno de los detenidos tenía alquilada en Barañáin se encontró una ingente cantidad de objetos sustraídos en diferentes fechas en albergues y a peregrinos.

El cálculo estimado, vista la cantidad de objetos hallados, establece que al menos son una treintena las víctimas de los ladrones. Se han recuperado teléfonos móviles, incluidos smartphones, blackberry, cámaras fotográficas y de vídeo, aparatos de radio, gafas de sol y deportivas, reproductores de música (mp3), maletas, mochilas, sacos de dormir, ropa de mujer y de niño, una impresora y otros bienes. Del mismo modo, se les incautaron 380 euros en metálico y una pequeña cantidad de hachís.