Siniestros de este tipo son habituales en los partes de la Policía Local. Tanto, que en lo que va de año ya hay un motorista implicado en uno de cada tres accidentes dentro del casco urbano.

Para reducir la elevada siniestralidad sobre dos ruedas, el 092 extremará el control sobre los ciclomotores para que respeten su carril y no se pasen ni un milímetro. La vigilancia se reforzará en rotondas, cruces y principales accesos al centro. Y es que la probabilidad de accidente se multiplica en las vías con más de un carril.

Las causas

El área de Tráfico también revisará el estado de las carreteras para evitar los accidentes: mejorará la visibilidad de las señales horizontales –las que están pintadas en el suelo– y repasará el firme en rotondas y pasos de cebra, donde la falta de adherencia provoca numerosas caídas.

«La explicación a la alta siniestralidad está en la poca práctica de quienes conducen motocicletas de hasta 125 centímetros cúbicos con sólo tres años de carné», cuenta Manuel García Castro, inspector de la Policía Local.

Pero hay quien apunta con el dedo a la irresponsabilidad de los conductores. «Hay un desafío, que no desconocimiento, a las normas de circulación», dice José Manuel López desde la Asociación de Autoescuelas de A Coruña; y las prisas de «los repartidores encajan en este perfil», asegura.

La inexperiencia, también al volante

Los datos facilitados diariamente por el 092 revelan que la mayoría de los accidentes donde hay motos implicadas tienen su origen en embestidas propinadas por otros coches al cambiar de carril. En estos casos, la impericia o los excesos de los motoristas se unen a la del resto de conductores, no acostumbrados a las maniobras sobre dos ruedas. Y sólo en la ciudad hay más de 9.000 motocicletas circulando, según los últimos datos de matriculación de la DGT.