El rastro abrió en medio de una nueva protesta

Ayer montaron 170 puestos. El cuarto día de mercadillo en Cesáreo Alierta volvió a estar marcado por las protestas de los vendedores disidentes, que aparcaron sus furgonetas en el lugar de sus puestos e intentaron evitar que otros vendieran.
Atasco ayer en Miguel Servet por el rastro (foto grande), que funcionó con cierta normalidad (pequeña).
Atasco ayer en Miguel Servet por el rastro (foto grande), que funcionó con cierta normalidad (pequeña).
F.S.
Atasco ayer en Miguel Servet por el rastro (foto grande), que funcionó con cierta normalidad (pequeña).
La Policía controló la situación y más de 170 puestos funcionaron durante la mañana.Los disidentes creen que el sorteo ha sido ilegal y aseguran que seguirán manifestándose hasta ser recibidos por el teniente de alcalde Antonio Becerril y amenazan con endurecer sus protestas.

«Estamos hablando con vendedores ambulantes de toda España para que vengan a apoyarnos», explicó Baltasar Serrano, miembro de la Plataforma por los Derechos del Mercado.

Sin embargo, Becerril ya ha dado por zanjado el tema y el lunes otorgará las licencias definitivas a los que hayan montado sus puestos. El resto de plazas quedarán vacantes, como dicta el reglamento municipal.

Por otro lado, el PAR pidió ayer la reprobación de Antonio Becerril por la «absoluta incapacidad» que ha demostrado a la hora de gestionar la nueva ubicación del rastro.

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