Este martes se cumplen dos años desde el último atentado de ETA en España. Diez días antes se habían produdido los últimos asesinatos que la banda terrorista ha perpetrado en nuestro país, donde murieron dos guardias civiles. En Francia, sin embargo, se han seguido registrando incidentes. El pasado abril, dos supuestos etarras dispararon a un miembro de la Gendarmería francesa durante un control de tráfico.

El 9 de agosto de 2009,  ETA atentó por última vez en territorio español hasta este momento. La banda terrorista colocó tres bombas en Palma de Mallorca que no causaron muertos ni heridos. Los artefactos se repartieron en dos restaurantes y una galería comercial. Eran pequeños y de escasa potencia, por lo que dejaron escasos daños materiales.

Diez días antes de este atentado, la banda ya había actuado en Mallorca, esta vez con peores consecuencias. Los guardias civiles Carlos Saénz de Tejada García y Diego Salva Lezaun fueron las dos víctimas mortales de una bomba-lapa colocada en los bajos de un coche patrulla de Palmanova, en el municipio mallorquín de Calvià.

En enero de 2011, ETA anunció la tercera tregua de la banda a lo largo de su historia, que se mantiene hasta hoy. Este comunicado se percibió con más escepticismo que los anteriores tras "el alto al fuego" que ETA anunció en 2006 y que rompió definitivamente en diciembre , cuando hizo estallar una furgoneta bomba con 200 kilos de explosivos en la T4 de Barajas.

En estos dos años sin atentados terroristas, la presión policial sobre ETA no se ha relajado y su cúpula militar ha sido desactivada varias veces, debilitando a la banda. En el último año se ha arrestado a 45 personas sospechosas de pertenecer a ETA.

El último gran golpe se produjo hace un mes, con la detención de uno de sus cabecillas. La Guardia Civil en colaboración con la Policía británica arrestó a Eneko Gogeaskoetxea, uno de los jefes del aparato militar de ETA, en Cambridge. También se han desarticulado varios zulos, el último se encontró hace unos días en el Sur de Francia.

De forma paralela se ha producido una evolución del proyecto político de la izquierda abertzale. Tras el anuncio de la actual tregua el pasado enero, han decidido adoptar una nueva estrategia en las instituciones.

Sortu fue el primer partido de corte abertzale diseñado para acudir a las elecciones municipales y autonómicas de mayo. Fue considerado heredero de la ilegalizada Batasuna y por tanto, una "marca" política de ETA. Por lo que, el 24 de marzo, el Tribunal Supremo les prohibió inscribirse como partido político e incurrir a la cita electoral.

Fue entonces cuando surgió Bildu como nueva coalición en representación de la izquierda abertzale. A pesar de las dudas de algunos, no se pudo probar su vinculación con ETA ni con la ilegalizada Sortu, por lo que el Tribunal Constitucional ratificó con seis votos a favor y cinco votos en contra que podía acudir a las elecciones.  Bildu logró la alcaldía de San Sebastián yla de otros noventa y cuatro municipios más, siendo el partido con más número de concejales en el País Vasco.

Bildu no acaba de dar el paso hacia una condena firme contra ETA. Incluso, el líder del PNV Iñigo Urkullu le ha instado públicamente que pida el fin de la banda terrorista. El pasado jueves, Bildu invitó a varios familiares de presos de ETA al chupinazo de las fiestas de Vitoria, lo que provocó que  UPyD diera exigiera que se tomasen medidas contra el partido vasco.

A estas críticas se suman también las de algunos históricos políticos del Partido Popular como Jaime Mayor Oreja, que ha insistido en los últimos meses en vincular Bildu con la banda terrorista.