Según fuentes de la Fiscalía General, ambos candidatos obtuvieron seis votos cada uno durante la reunión de los miembros de la cúpula fiscal, por lo que el fiscal general decidió proponer a Zaragoza para sustituir a Eduardo Fungairiño en la jefatura del Ministerio Público en la Audiencia.

Los seis vocales de la Asociación de Fiscales (AF) apoyaron a Sequeros, mientras que los tres de la Unión Progresista de Fiscales (UPF) -a la que pertenece Zaragoza- y los otros tres miembros (el fiscal general, el teniente fiscal del Supremo, Antonio Martín Casallo, y el fiscal inspector Rafael Valero) apoyaron al fiscal Antidroga.

Las mismas fuentes explicaron que tras la votación del órgano asesor del fiscal general, Conde-Pumpido acordó proponer al Gobierno el nombramiento de Zaragoza, el único de los aspirantes con la máxima categoría de la carrera, al ser fiscal de Sala, lo que podría producirse en el Consejo de Ministros del 5 de mayo próximo.

Zaragoza Aguado, miembro de la Unión Progresista de Fiscales (UPF), ocupaba desde hace un año la jefatura de la Fiscalía Antidroga, a la que aspiró también Sequeros, que en esa ocasión obtuvo dos votos del Consejo Fiscal, frente a los siete de Zaragoza.

Ocho candidatos

En marzo de 2006, presentó su candidatura para ocupar la vacante de fiscal jefe de la Audiencia Nacional, a la que optaban también, además de Sequeros, los fiscales del Supremo Bartolomé Vargas, José Huete, Luis Bardají y Alvaro Redondo, y los de la Audiencia Nacional Ignacio Gordillo y Fernando Burgos.

Hasta entonces, era teniente fiscal antidroga, y desde los años ochenta trabaja en la lucha contra el narcotráfico.

La mayor parte de su trayectoria profesional esta ligada a la Fiscalía Antidroga desde donde ha ejercido personalmente la acusación contra los narcotraficantes de grandes procesos como el de Operación Nécora, el clan de los Charlines, contra Sito Miñanco o Laureano Oubiña, así como contra los guardias civiles del Caso Ucifa.

Además, como experto en blanqueo de dinero procedentes de la droga, intervino en una operación policial internacional contra el tráfico de drogas denominada "Hielo Verde".

La Policía desmontó una conspiración para asesinarlo como miembro de la Fiscalía Antidroga. El tribunal condenó al abogado y narcotraficante Pablo Vioque a siete años y seis meses de cárcel por haber encargar su asesinato desde la cárcel donde estaba internado, por un sumario instruido por Zaragoza

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