Este ensayo se realiza dentro de un proyecto de investigación perteneciente al VII Programa Marco de la Unión Europea. El edificio, de tres plantas y construido 'ex profeso', se trasladará sobre ruedas al interior de un laboratorio de la ciudad italiana de Pavía.

El proyecto forma parte de un programa denominado Series de investigación en ingeniería sísmica. Está liderado por la Universidad de Alicante y en él participan también la Universidad de Bolonia y el Politécnico de Bari (Italia) y la Universidad Técnica de Cluj-Napoca (Rumanía).

Además, el proyecto está dirigido por el profesor de Ingeniería de la Construcción en la UA, Salvador Ivorra Chorro. Por parte de los otros centros europeos intervienen respectivamente, Tomaso Trombetti, Dora Foti y Cristina Mihaela Campian.

El objetivo es medir la resistencia frente a movimientos sísmicos de un tipo de muros que son una reciente alternativa a los tradicionales pilares de hormigón armado tipo 'sandwich'. Así, consta de dos paneles exteriores de hormigón armado, y entre ellos, un núcleo de poliestireno expandido, —conocido como poliespán o 'corcho blanco'—, que aporta un amortiguamiento acústico y térmico.

Salvador Ivorra ha explicado que el objetivo que persigue el estudio es "demostrar la validez de este tipo de estructuras, que se vienen empleando ya desde hace algunos años, y de los edificios construidos con ellas frente a movimientos sísmicos".

Así, como patrón de referencia se va a tomar el terremoto de L'Aquila, que en 2009 afectó al centro de Italia y dejó más de 300 muertos y miles de edificaciones destruidas o gravemente dañadas.

Para ello, se ha iniciado la construcción, frente a un laboratorio de ensayos, de un edificio real de 100 metros cuadrados de planta y tres pisos de altura, con todo tipo de detalles reales, como escaleras y balcones. Los forjados horizontales también estarán hechos con poliespán, sobre el que se verterá hormigón.

Mesa sísmica

Ivorra ha indicado que cuando esté terminado, "será desplazado entero sobre ruedas, incluidos sus cimientos, al interior del laboratorio, y será instalado sobre una mesa sísmica".

La mesa sísmica es un mecanismo capaz de someter el edificio a vibraciones y sacudidas similares a las de un terremoto. De este modo, los investigadores, en colaboración con los técnicos del laboratorio, "harán primero las previsiones numéricas, y luego comprobarán el comportamiento en la práctica".

"El propósito es someter el edificio a diferentes movimientos sísmicos simulados, de distinta intensidad y duración, y amplificar progresivamente su nivel hasta su colapso total", ha finalizado Ivorra.