El 56% de los vascos cree que los resultados electorales de Bildu en las elecciones municipales del pasado 22 de mayo, en las que obtuvo el apoyo del 25% de los votantes, son positivos para el fin de la violencia, aunque un 58% cree insuficientes los últimos movimientos de la izquierda abertzale en ese sentido.

Estos son algunos de los datos contenidos en el Euskobarómetro, realizado por el departamento de Ciencia Política de la Universidad del País Vasco (UPV-EHU), correspondiente a la primavera de 2011, y cuyos datos fueron recabados en 1.200 entrevistas a domicilio realizadas entre el 27 de mayo y 17 de junio, pocos días después de las elecciones locales y forales.

Sobre el fin de la violencia de ETA, el 81% de los vascos se muestra optimista, a la vez que el 79% rechaza su uso como forma de defender objetivos políticos, incluido el 53% del electorado de Bildu.

Un 11% legitima o justifica el recurso a la violencia, mientras que el apoyo explícito o total a su utilización ha desaparecido prácticamente (1%), incluso entre los electores de Bildu (4%).

El 52% no cree en la sinceridad de la predisposición de ETA y su entorno social de poner fin a la violencia, y el 45%, con un retroceso de 21 puntos por tercer semestre consecutivo, tampoco se fía de la voluntad de la izquierda abertzale de aceptar las reglas del juego democrático.

La encuesta constata que un 57% de los vascos está muy o bastante satisfecho con los resultados de las citadas elecciones, y que el 80% no cambiaría su voto a la vista de los resultados.

Los resultados también indican que el 54% rechaza la decisión del Tribunal Supremo de no permitir la presencia de Sortu en los comicios y que el 64% respalda que el Tribunal Constitucional aceptara las candidaturas de Bildu.

Respecto a la gestión del actual Gobierno vasco del PSE-EE, el 56% de los ciudadanos tiene una opinión negativa y suspende con 3,5 al Ejecutivo, mientras que el 78% expresa poca o ninguna confianza en que resuelva los principales problemas del país.

El 67% dice estar en desacuerdo con el pacto alcanzado entre socialistas y populares para dar estabilidad al Gobierno vasco y, en cuanto a la labor del PNV en la oposición, el 32% la considera positiva y el 29%, negativa.

Los vascos suspenden a toda su clase política y mantienen como su principal preocupación el empleo (62%), seguido de los problemas económicos con un 12%, mientras que la preocupación por la violencia cae a mínimos históricos (4%).

El 71% dice sentir los efectos de la crisis económica, y un 69% está insatisfecho con el funcionamiento del sistema democrático, lo que supone un incremento de once puntos respecto al Euskobarómetro de hace seis meses, lo que se considera un efecto del movimiento de indignados surgidos entorno al 15-M.

La sociedad vasca continúa con la división crónica entre nacionalistas (46%) y no nacionalistas (49%), mientras que el 36% manifiesta tener deseos de independencia y el 55% dice tener pocos o ninguno.