Las dos caras de la 'playa' urbana de Madrid Río: de ciénaga a vergel con tumbonas

  • El Ayuntamiento adecenta a la carrera las charcas del río junto al quiosco.
  • Hasta hace tres días, el agua estaba cubierta de lodo y la pradera era un barrizal.
  • Ahora, parte de la zona está impoluta.
Terreno yermo y césped con calvas en los alrededores de la 'playa'.
Terreno yermo y césped con calvas en los alrededores de la 'playa'.
Jorge París
Terreno yermo y césped con calvas en los alrededores de la 'playa'.

La 'playa' del parque de la Arganzuela, en Madrid Río, tiene dos caras bien distintas. Los alrededores de la charca situada más al sur presentaban este jueves una imagen bucólica, con gente tomando una cerveza en el quiosco recién abierto, tumbonas sobre el césped y chorros de agua cristalina para refrescarse. Pero al norte, junto a la pasarela de Perrault, todo cambiaba: la pradera era todavía un barrizal, la vegetación brillaba por su ausencia y el fondo de las dos láminas de agua estaba cubierto por una resbaladiza capa de fango.

Hasta hace apenas tres días, este aspecto de abandono era aún más llamativo y se extendía por todo el perímetro de la 'playa', como comprobó 20 minutos. A principios de esta semana los paseantes y visitantes del río criticaban el mal mantenimiento de la zona: "El agua se queda estancada y apesta; una mano de limpieza no vendría mal", decía Sara, vecina de Usera. "Parece una ciénaga más que una playa", apuntaba Resurrección mientras tomaba el sol en el único trozo de césped que había en la zona.

El entorno de la 'playa' había mantenido este aspecto descuidado desde que abrió hace casi tres meses. Pero ayer los visitantes asiduos se quedaron sorprendidos al ver el cambio repentino del entorno: los agujeros en el césped que rodea a una de las charcas se habían tapado, en el fondo del agua no había ni rastro de lodo, los charcos de barro que cortaban los caminos estaban secos y las vallas de obra se habían retirado. Y todo ello, en apenas 48 horas.

Este lavado de cara acelerado coincide con la apertura del primer quiosco de Madrid Río, situado junto a la 'playa', a la altura del número 33 del paseo de Yeserías. El chiringuito comenzó este jueves a servir bebidas y distribuyó las tumbonas por la pradera de una de las charcas. El alquiler de alguna de las 65 hamacas cuesta un euro al día, un café en una mesa vale dos euros y un bocadillo, 3,90.

Las empresas de la UTE Parque Arganzuela (que ejecutaron las obras) y Urbaser (concesionaria del mantenimiento de Madrid Río) se han afanado para que el entorno esté presentable. En las cercanías del quiosco lo han conseguido. Aunque en otras zonas aún queda mucho por hacer. Como en la mitad norte de la 'playa', que sigue prácticamente desertizada. Varios carteles firmados por la UTE Parque Arganzuela avisaban de los intentos para hacer crecer la hierba: "Estamos reponiendo el césped, disculpen las molestias". Sin embargo, esos esfuerzos son infructuosos.

"Abandono" tras el 22-M

Según jardineros municipales y ecologistas, las praderas tardarán en crecer. "En época de calor es difícil que el césped salga. O se cuida de forma exquisita o se echa a perder. Y los cuidados requieren dinero", explica Juan García, de Ecologistas en Acción. "Cuando abrió al público, la pradera estaba recién plantada. La gente pasó por encima y al pisotearla impidieron su crecimiento", añade Cándido Rodríguez, responsable de Jardinería de CC OO. Mientras, para Raquel López, edil de IU, "una vez pasadas las elecciones, es el turno del abandono, como hacen con todos los parques".

Cuatro cafés más en el Manzanares

A finales de verano abrirán otros cuatro quioscos más junto al Manzanares, que también serán regentados por Casa Remigio, la empresa concesionaria del café de la 'playa'. Estarán al sur del puente de Segovia, a la altura de la calle San Rufo, cerca de Marqués de Vadillo y en San Zacarías. Más adelante abrirá un restaurante-mirador en la Explanada del Rey.

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