La Asociación El Mundillo de Sigüenza (Guadalajara) ha convocado para este sábado, día 2 de julio, el IX Encuentro de Encajeras, que tendrá lugar en el Paseo de la Alameda y al que está prevista la asistencia de más de 500 personas a lo largo del fin de semana.

Al evento al que tienen anunciada su asistencia hilanderas de las provincias de Ciudad Real, Zaragoza, Madrid, Navarra, Cuenca y naturalmente Guadalajara, entre otras, hasta un total de 200, según ha informado el Ayuntamiento en nota de prensa.

Para las organizadoras el evento comenzará a las 7.00 horas, con el montaje del entramado que dará soporte a las visitantes. La demostración práctica del tejer, la exposición de los mejores trabajos de cada lugar y el intercambio de plantillas esta previsto a partir de las 10.00 horas. A eso de las 11.00 horas, cuando las visitantes ya estén completamente instaladas, la organización hará una parada para invitar al desayuno.

Las encajeras de cada lugar tejerán según el estilo propio de su tierra durante la mañana, hasta las 12.30 horas. Es tradición que al final de la jornada, cada grupo muestre sus resultados y que las encajeras charlen y compartan experiencias personales y artesanales.

Al final de la jornada de trabajo, cada una de las participantes va a recibir un detalle por parte de la organización y se efectuará la rifa de diferentes encajes de bolillos donados por artesanas y artesanos participantes. Además de las encajeras, estarán presentes en Sigüenza al menos 10 puestos que venderán telas, alfombras, y encajes.

Esta iniciativa comenzó en el año 2003, y en un marco tan distinguido como el seguntino, ha alcanzado un gran éxito de público y mucha aceptación. Los grupos de encajeras mantienen correspondencia durante el año, están en contacto permanente, coinciden en otros eventos similares, y quedan de un año para otro. Tras el natural intercambio de experiencias y la exposición de los trabajos, comerán todas juntas.

Para la tarde queda la visita organizada al Convento de las Ursulinas. El alcalde de Sigüenza, José Manuel Latre, tiene prevista su asistencia a lo largo de la mañana del sábado para saludar y departir con organizadoras y participantes. La Asociación El Mundillo de Sigüenza cuenta para la organización del evento con la colaboración del Ayuntamiento, de la Diputación Provincial de Guadalajara, de la Caja de Guadalajara y de Ibercaja.

Encaje de bolillos

Cuenta la leyenda que Santa Úrsula pidió a la Virgen una ocupación para las once mil vírgenes, y la Virgen les enseñó a hacer encaje de bolillos, asegurándoles que de este modo siempre tendrían trabajo y el encaje de bolillos no moriría nunca.

A medio camino entre la leyenda y la historia aparecen muy difuminados los orígenes de esta primorosa técnica manual, que se practica desde hace muchos siglos.

Aunque hay algunos antecedentes que se pueden fechar en medievo, es en el siglo XVI cuando más se practica y se extiende su uso hasta el siglo XVIII, cuando el rey Carlos III protegió y promocionó el arte del encaje.

Por estas mismas fechas, la madrileña Rita Lambert empezó a enseñar esta técnica a las mujeres de Almagro, quienes supieron transmitir sus destrezas de madres a hijas, hasta tal punto que hoy esta ciudad es considerada como la cuna del encaje de bolillos.

En la actualidad se está recuperando con gran entusiasmo el arte de los bolillos y la tradición familiar ha dado paso a las asociaciones de mujeres que semanalmente se reúnen para aprender los secretos del encaje.

El mundillo o almohadilla es el soporte en el que se sujeta con alfileres el picado, una plantilla de cartulina que lleva el dibujo del encaje. Los bolillos son palillos de madera torneada donde se enrolla el hilo, se anudan y enganchan al picado con alfileres, iniciándose la labor.

Los bolillos van siempre por pares y se trabajan cuatro a la vez. Movidos con destreza, los bolillos entrecruzan los hilos, formando la trama del encaje. En el aire suena el choque de la madera proporcionando un ambiente de calma y relajación. Cada cruce de línea o cada punto se fija con un alfiler hasta finalizar. Punto de Paris, hoja de guipur, hoja de pluma, medio punto. Son las técnicas empleadas para la confección de la pieza.

Una vez finalizada la puntilla "se encaja" en la pieza de tela, de ahí el nombre de encaje. Sus aplicaciones son numerosas como ropa blanca de casa, vestidos, abanicos, paraguas, marca páginas, diademas* y todo cuanto la imaginación sea capaz de idear.