Miguel Sanz, que cede el testigo de la Presidencia de Navarra a la también regionalista Yolanda Barcina, se ha mostrado "satisfecho" de la investidura de la candidata de UPN y ha destacado que el nuevo Gobierno de coalición entre socialistas y regionalistas responde "a un análisis riguroso de lo que los ciudadanos han querido después de depositar su voto".

En declaraciones a los medios de comunicación, después de que la líder regionalista haya sido investida presidenta, Sanz ha bromeado con que "todavía" le queda tiempo hasta el próximo día 1 de julio, cuando Barcina tome posesión de su cargo, para "hacer alguna cosa".

El presidente navarro en funciones ha incidido en que está "satisfecho" de la investidura de la líder de UPN porque cree que "se han hecho las cosas bien" y porque considera que "la composición del nuevo Gobierno y la proclamación de la nueva presidenta es algo que responde a un análisis riguroso de lo que los ciudadanos han querido después de depositar su voto".

En opinión de Miguel Sanz, "Navarra necesitaba de inmediato que las cosas se hicieran con la mayor rapidez posible después de las elecciones", de tal modo que "el nuevo Gobierno empiece a tomar las medidas que los navarros están demandando, fundamentalmente, los que están sufriendo las consecuencias de esta maldita crisis". Según ha dicho, lo "primero" que debe hacer el nuevo Ejecutivo es "poner en marcha medidas contra la crisis cuanto antes".