Ambos fueron condenados en su día a 20 años de prisión por los delitos de homicidio y robo con fuerza, tras agredir al dueño del "Bar Manuel", de Valdepeñas, Manuel de la Torre Torres, en la madrugada del domingo 20 de mayo de 2007 en un garaje cercano al local, donde dejaba su vehículo.

El hombre, a consecuencia de los golpes que recibió de Stelían, que le golpeó con una barra de hiero para robarle la recaudación del día, mientras Ionut vigilaba la puerta del aparcamiento, falleció el 5 de junio siguiente mientras estaba ingresado en un hospital en Toledo.

El Supremo, en una resolución a la que ha tenido acceso Europa Press, establece, ante las alegaciones de que sólo tenían intención de robar al hostelero y no de matarle y de muerte imprudente, que "también con ese propósito, antes de emprender la acción, y no inopinadamente en el curso de esta, se habían pertrechado de la barra de hierro, que fue reflexivamente utilizada para golpear de manera muy violenta a Manuel en la cabeza".

Esto fue posible, añade la sentencia, "porque a la disposición de Stelian a hacerlo, se sumó de la manera más eficaz la acción de Ionut de libertarse de la presión del primero -la víctima-, dejándole libre para actuar como lo hizo".

Lo cierto, resume la resolución del Supremo, "es que se pusieron de la situación de actuar contra éste último —la víctima— disponiendo de un instrumento de alto potencial lesivo, que utilizaron de la forma más contundente y, probablemente, letal, algo que fue posible por la actuación coordinada de los dos". HECHOS

Según la sentencia de la Audiencia de Ciudad Real, emitida en mayo de 2010, ambos condenados vivían con otros ciudadanos rumanos y otras nacionalidades y durante un tiempo comprobaron las costumbres del hostelero.

En la madrugada del 20 de mayo de 2007, ambos acordaron llevar a cabo sus planes y Stelian se introdujo en el garaje y atacó a Manuel, mientras Ionut permaneció vigilando la entrada del garaje.

Una vez cometido el crimen, los dos condenados fueron al domicilio donde residían e iniciaron una huída, en principio, hacía Villarrobledo (Albacete), donde se les estropeó el coche y, cambiando de idea, decidieron ir a Madrid y de ahí a Rumania.

Los dos hombres, tras las investigaciones llevadas a cabo, fueron localizados por la Interpol en Hungría, desde donde fueron traídos a España y puestos a disposición judicial.