La acampada de la Puerta del Sol se mantiene en pie y expectante ante un posible desalojo después de lo ocurrido este viernes en la plaza de Cataluña de Barcelona, donde los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana intervinieron para desmantelar la acampada de los 'indignados' con el objetivo de "limpiar la zona".

De momento, solo la lluvia intensa caída por momentos ha causado problemas a los acampados madrileños, pues en parte ha estropeado algunas de las carpas instaladas, muchas de las cuales incluso se han inundado. El agua se ha abierto paso entre las rendijas de las lonas y ha caído en torrentes sobre las mesas de las comisiones, mientras los acampados corrían a apuntalar la carpa y a apagar los generadores eléctricos. Durante los veinte minutos que duró la tormenta de media tarde, la actividad fue frenética, en un intento de poner a salvo documentos, aparatos tecnológicos y objetos personales. Finalmente, salió el sol y toda la plaza estalló en aplausos y consignas como "¡No nos vamos!".

Sobre las seis de la tarde no había mucha gente, lo normal para un viernes en Sol, y a la espera de la asamblea prevista para las 20.00 horas, todo era tranquilidad. La reunión se retrasó luego a las 22.00 h. Los acampados esperan reforzar su presencia en la plaza tras lo ocurrido en Barcelona y sobre todo después de que algunas autoridades madrileñas hayan instado a Interior a actuar y levantar la acampada. Los comerciantes de la zona también han mostrado sus quejas por las pérdidas que están sufriendo sus negocios. Son ya diez días de acampada.

Muchos activistas han manifestado ya su solidaridad y su apoyo incondicional a los manifestantes de Barcelona mientras confían en que la Policía no haga lo mismo en Madrid. Con todo, esperan que el desalojo de Barcelona suponga "una palmadita en la espalda" a la protesta madrileña, y han convocado nuevas concentraciones para solidarizarse con los manifestantes de la Ciudad Condal. La primera de ellas, a las siete de la tarde de este viernes, hora en la que ya había centenares de personas, 2.000 según Europa Press, protestando con proclamas como "No a la violencia", "Sol en Cataluña" y "Éstas son nuestras armas", enseñando mientras tanto flores que se habían repartido previamente en la plaza. Algunos mostraban sus manos pintadas de blanco. También se guardó un minuto de silencio en apoyo a los compañeros barceloneses. La mayoría de los concentrados volvían a ser jóvenes, pero también había numerosas familias completas y personas mayores.

Dos de los portavoces de los acampados, Irene y Víctor, han expresado a 20minutos.es su "condena" a lo ocurrido en Barcelona y aseguran estar "muy tranquilos" ante la posibilidad de una actuación policial en Sol. "No creemos que haya un desalojo", han comentado mientras insisten en que la acampada se mantendrá, al menos, hasta este domingo. También han dicho que "la gente debe tener paciencia", en respuesta a las críticas que han recibido a lo largo de esta semana.

La protesta no tuvo incidentes. Sin embargo, la Unidad de Intervención Policial tuvo que intervenir a las 20.30 horas y organizó un rápido cordón de seguridad en la plaza de Canalejas para evitar que un grupo de unas 50 personas procedentes de la concentración pudieran llegar hasta el Congreso de los Diputados, informa la agencia Europa Press. Querían entregarles, según un portavoz micrófono en mano, un documento con sus reivindicaciones.

A la media hora estos manifestantes se retiraron, la Policía ha disuelto el cordón de seguridad y ha restablecido el tráfico en la zona. Sin embargo, una decena de furgones policiales ha permanecido en la zona para evitar nuevas marchas no autorizadas. En las calles aledañas a Sol y en la propia plaza se podía ver a varios agentes, pero de forma más discreta.

Como se ha mencionado, sobre las diez de la noche comenzó una nueva asamblea en la plaza que trató sobre la forma de desmantelar el campamento de Sol con el objetivo de trasladarlo a los barrios de Madrid. De esta forma en la céntrica plaza madrileña solo quedaría un punto de información. Los presentes en la asamblea comentaron que se tardaría más de un día en quitar las carpas montadas. No especificaron cuándo se producirá este desalojo voluntario, algo que está previsto votar en una nueva asamblea el domingo en la que se decidirá hasta qué día se mantendrá la acampada.