Seis de la mañana. El metro abre en Sol y la vida comienza en Madrid. Esta vez no ha habido desalojo y el campamento instalado de nuevo el martes por el movimiento #acampadasol (ahora también en Twitter #nonosvamos) muestra una imagen entre el caos y la disposición de los que se han quedado a dormir un día más. Acaba de terminar la asamblea general, que ha durado dos horas y media, y se ha decidido que todos los días a las 20 h se celebre una concentración allí. Un retén de cuatro furgonetas de Policía vigilan; al inicio de la noche eran once.

Horas antes, unas 10.000 personas, según algunas fuentes, protestaban convocadas por las redes sociales contra el sistema político y económico establecido. La movilización nada tuvo que ver con la del lunes, era mucho mayor. A hacer noche, sin embargo, se han quedado entre 500 y 1.000, que se han convertido esta mañana en unos 200: tiendas de campaña, sacos de dormir, cartones y lonas han hecho más habitable el lugar. La organización "no se esperaba" esta respuesta. Miriam, que se ocupa de las redes sociales, del seguimiento de las acampadas en otras ciudades -15 se han movilizado- y del contacto con países extranjeros, explicaba a 20minutos.es que la gente se ha "concienciado".

De hecho, las expresiones "hartos" y "hasta los cojones" han sido recurrentes durante toda la noche. "Si hoy la gente no coge la idea no creo que esto dure hasta el domingo", explica Jonatan, de 32 años. Trabaja en una escuela de teatro y cree que en este movimiento hay "demasiadas mentes" y opiniones; sus dos amigos, cámara de fotos en mano, tienen algo más de confianza en que las reivindicaciones cuajen. Están llegando decenas de mensajes de apoyo y Londres y Chile se han unido a la causa, confirman desde la organización: han hablado con gente en Somalia y Argentina, quieren internacionalizar la protesta, que se conozca. La BBC y Le Monde ya han informado, cuentan.

Pablo, uno de los portavoces, atiende a los periodistas con paciencia. No todos lo hacen, de hecho, el recelo hacia los medios de comunicación en general por parte de los asistentes no cesa. No quieren que nadie grabe el audio de las asambleas por si pudiera comprometer legalmente a alguien y creen que lo que allí se dice va a tergiversarse con toda probabilidad.  Pablo nos hace un repaso de la última hora de Granada, donde las fuerzas del orden intervenían de madrugada, y de Barcelona. Y añade que en Madrid la idea es aguantar hasta el 22 de mayo, día de las elecciones autonómicas y municipales, o "hasta que haga falta".

Una de las medidas tomadas por la organización para evitar las situaciones violentas ha sido la de aconsejar a los participantes no beber alcohol. "Esto no es un botellón", rezan algunas pancartas colgadas de cuerdas por toda la plaza. "El 90% de la gente se lo ha tomado muy bien", añade el portavoz. Decenas de insistentes vendedores ambulantes no lo ponían nada fácil, aunque el objetivo se ha conseguido. Uno de ellos, asiático, sólo ha vendido 22 latas en dos horas, asegura hacia las 2 h de la madrugada. Ningún incidente ha empañado la cita, pero la sombra de una carga policial era demasiado larga y los acampados vigilaban con un cordón humano.

Son unas cuantas personas las que se ocupan de la seguridad y de prever una respuesta a un posible desalojo. Forman una de las siete comisiones de trabajo en las que se han dividido los allí congregados, entre ellas, infraestructuras, acción, movilización o comunicación. Han empezado a elaborar sus propuestas pasadas las 00.30 horas por separado y después las han expuesto en la asamblea general, para someterlas al consenso de la gente. Una de esas comisiones es la de alimentación. Varios comercios y bares de la zona y algunos vecinos han donado agua y comida -había incluso "platos veganos"- para repartir. También mantas, aunque no ha hecho demasiado frío. Andrés y Elena, voluntarios, coordinaban desde las 21 h.

No todos lo que estaban en la plaza de Sol habían acudido a la acampada. Gregorio, de 52 años, "indigente", pasaba por allí a pesar de no ser su lugar de pernoctación habitual. Dice que le parece "bien que esta gente reclame derechos" porque hace falta una "política social que no discrimine a nadie". Les apoya, aunque no tiene pensado quedarse. La gente parece haber "despertado", apunta Mario, de 24 años, que curiosea en la comisión de transporte público justo cuando hablan de realizar acciones en bicicleta y en el metro. Está en la acampada por "la violencia" del lunes, por el desalojo. Cree que este movimiento "va a servir" y que es importante que ningún partido "se jacte" de ello.

De política se ha hablado en la asamblea general. Comenzó a las 3.30 h y en ella intervinieron los portavoces de las comisiones una vez terminado el trabajo de campo. Mucho debate y, en ocasiones tensión y conatos de escisión, han dominado la junta. Entre las propuestas aceptadas por consenso -la forma de mostrar la aceptación es levantando las manos y agitándolas en el aire- están las de continuar las movilizaciones las 24 horas del día, mantener la acampada al menos hasta el próximo domingo y convocar una gran movilización el viernes o el sábado. También se ha decidido que haya manifestaciones diarias a las 20.h. Donde ha habido más desacuerdo es a la hora de votar si se llevaban o no algunas propuestas concretas al Congreso de los Diputados, incluido el manifiesto, cuyo texto, finalmente, no se ha modificado.

Y también ha habido debate largo sobre qué hacer en las urnas el domingo: unos hablaban de abstenerse, otros de votar en blanco; los había también que querían ejercer su derecho. La variedad de voces es patente, no en vano son distintos los colectivos, con y sin nombre, que apoyan las movilizaciones, como Democracia Real Ya o Juventud sin Futuro, entre otros. La imagen corporativa es otro de los puntos fuertes: se está creando un logo y se han hecho carteles. La web tomalaplaza.net centraliza la información. Por otro lado, un equipo legal se hace cargo de aconsejar y actuar ante posibles detenciones mediante abogados de guardia; reparten un documento con indicaciones a seguir.

En Twitter la acampada se ha seguido, sobre todo, con las etiquetas o hashtags #acampadasol, #nonosvamos y #spanishrevolution. En esta ocasión, varias cámaras de televisión deambulaban por la plaza y hubo quien ofreció en streaming la convocatoria. "La revolución empieza aquí 20 horas Sol" u "Organízate y lucha 20 horas Sol" son algunos de los lemas propuestos para continuar las protestas. ¿Hasta cuando? Hay quien insinuaba que a lo mejor era necesario un local de reunión a partir del día 22, por si acaso. La respuesta, sincera, la daba uno de los encargados de informar a la gente sobre la concentración: "En la plaza de Tahrir, en Egipto, no necesitaron un local". Las lonas azules de Sol parecen suficientes.