La recaudación del Estado por los impuestos especiales sobre el tabaco caerá este año un 14,8%, lo que supondría dejar de ingresar 1.132 millones de euros, respecto a los 7.649 millones de 2010, según el consenso al que ha llegado la industria tabaquera y que este miércoles ha dado a conocer Altadis.

Esta caída en la recaudación por impuestos especiales sobre el tabaco sería la primera que se produce desde que se tienen datos, en 1986. Según fuentes de Altadis, tras las últimas subidas de impuestos realizadas, el precio del tabaco se ha incrementado de media un 41,3%, lo que a su juicio ha tenido un efecto contrario sobre el objetivo del Estado de incrementar la recaudación por una subida de los impuestos especiales, que estiman que no se conseguirá.

Según el consenso de la industria tabaquera, este descenso de la recaudación del 14,8% se produciría si se mantiene la caída de ventas de cigarrillos del 26,5% registrada en los dos primeros meses de este año. En el caso de que el descenso de las ventas de cigarrillos se amortigüe este año hasta el -17,1% (por el impacto de la Semana Santa y del verano), la disminución de la recaudación del Estado por impuestos especiales sería del 3,9%, lo que supondría 298,31 millones menos sobre lo ingresado por este concepto en 2010, según el consenso de la industria tabaquera.

Altadis, la filial de Imperial Tobacco, ha subrayado que a esta situación se sumará el impacto de las más de 2.800 cajetillas de contrabando que se prevé se venderán este año en el mercado español. Este volumen de cigarrillos de contrabando supone el 5,9% sobre el total de lo que se fuma en España y su valor asciende a unos 523 millones de euros, sobre los que el Estado no cobra impuestos.

Las mismas fuentes han alertado, además, de los altos índices de contrabando y falsificación en zonas como Gibraltar y la Bahía de Cádiz, donde aseguran que de cada cien cajetillas que se venden, 93 son de contrabando. Según han asegurado, esta situación ha llevado al cierre de tres de los cinco estancos de la Línea de la Concepción.

Las mismas fuentes, que alertan de que este tabaco escapa a los controles sanitarios y de calidad, han destacado los elevados índices de penetración del contrabando en localidades de Alicante, como Altea, y en Valencia, donde llega al 20%. En la actualidad, el 78,9% de lo que un fumador paga por una cajetilla de tabaco en España son impuestos, lo que la sitúa en el cuarto puesto por carga impositiva, por detrás de Grecia, Francia y Portugal.