En la biografía de su página web, dos líneas en tercera persona (que parecen escritas por él) advierten del ritmo vital del ilustrador: "James Gulliver Hancock se siente fatal cuando no está dibujando. Le produce pánico pensar que puede no ser capaz de dibujar todo lo que hay en el mundo por lo menos una vez. Le preocupa cerrar los ojos".

All the Buildings in New York (Todos los edificios de Nueva York) es una consecuencia del afán de Hancock, ilustrador australiano, por catalogarlo todo con el lápiz. Ahora vive en el barrio de Brooklyn y su estudio está precisamente sobre una antigua fábrica de lápices. Su pasmo por los edificios que veía a diario lo impulsó a retarse a sí mismo: "Quería poseer la ciudad dibujándola".

Cada día, andando en invierno y pedaleando en verano, con el bloc en mano, a color o en blanco y negro, rellena hojas con bocetos rápidos de una casa cualquiera, como si fuera un funcionario del catastro neoyorquino aquejado de una extraña dolencia artística.

El resultado se puede ver en su blog, donde a diario publica además (como si no fuera suficiente con los edificios) detalles que no pudo evitar incluir: la furgoneta de un jardinero, una colección de escaleras de incendio o algunos estereotipos de neoyorquino que ha encontrado en el metro.

Hancock habla con 20minutos.es sobre los impulsos y pormenores de la ambiciosa misión que se ha impuesto.

¿Qué le llevó a querer dibujar todos los edificios de Nueva York?

Al mudarme de Australia a esta ciudad me sentí sobrepasado por la sensación de haberlo visto todo antes en las películas. Busco el carácter personal de un lugar con un interés internacional tan abrumador. Quiero poseer Nueva York dibujando los detalles, el carácter y la organización. Siendo así de obsesivo puedo entender mejor lo que me rodea, prestar atención a los detalles, interactuar con el lugar en el que vivo y desligarme de la imagen mundial.

Después de tantos dibujos ¿Como definiría los edificios de la Gran Manzana?

Se suceden en un sistema tan complicado que parece orgánico. Puede pasar de parecer un caos a dar la sensación de que estás en un pequeño pueblo. Lo nuevo y lo viejo están juntos, diferentes alturas y estilos yuxtapuestos en el mismo bloque... Los espacios se utilizan de manera muy creativa. Mi estudio, por ejemplo, está en una antigua fábrica de lápices.

¿Selecciona al azar el edificio que va a dibujar?

Suelo elegirlo en un proceso diario de experimentación. Voy en bici en verano y camino en invierno buscando las que son las construcciones más emocionantes: las normales, las que contienen la historia de las personas.

¿Ha dibujado ya edificios emblemáticos como el Chrysler o el Flatiron?

Algunos, pero no los voy buscando. Me interesan los edificios diarios y reales de Nueva York. Estos edificios famosos no entran tanto en mi experiencia diaria, pero cuando se me cruzan los dibujo. Son parte de la ciudad, ¡así que tarde o temprano también me tocan!

¿Sabe cuántos edificios hay en Nueva York? ¿Tendrá suficientes días en su vida para dibujarlos todos?

Escuché hace unos días que hay alrededor de 40.000 edificios residenciales sólo en Manhattan, así que... ¡Me va a llevar un rato!