Representantes de los sindicatos ELA, LAB, EHNE, HIRU, STEE-EILAS (País Vasco), CIG (Galicia), CSC (Cataluña), e IC (Canarias), han reunido este lunes en Madrid a cerca de 4.000 personas en una manifestación convocada para protestar contra las reformas económicas acometidas por el Gobierno, el papel en las mismas de los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, y la reforma de la negociación colectiva que se está tratando en estos momentos.

Concretamente, el dirigente de ELA, Adolfo Muñoz 'Txiki', de CIG, Suso Seixo, y la secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, han criticado que los sindicatos mayoritarios vayan "de la mano" de los gobiernos "en el castigo permanente a la sociedad" que suponen las nuevas reformas y políticas públicas propuestas por el Ejecutivo, y han manifestado su rechazo a la reforma de la negociación colectiva "que en ningún caso se va a hacer para crear empleo", sino para facilitar a las empresas el recorte de los derechos de los trabajadores.

Asimismo, han criticado que el Gobierno y el Ministerio de Trabajo no hayan escuchado a los sindicatos minoritarios y sin embargo hayan "decidido profundizar en las políticas neoliberales" para favorecer "el negocio de los bancos y grandes empresas".

Un conjunto de medidas que, según los dirigentes sindicales, responde a los intereses de los poderes económicos, financieros y empresariales, en lo que supone "el ataque más grave perpetrado en las últimas décadas contra los derechos de la clase trabajadora y las condiciones de vida de los sectores populares.

Así, en un manifiesto leído frente a la sede del Ministerio de Trabajo, en el Paseo de la Castellana de Madrid, han expresado su rechazo a "una reforma laboral que facilita y abarata el despido", consolidando "la precariedad laboral" y aumentando la flexibilidad en el despido para las empresas, que "modifica la correlación de fuerzas a favor de la patronal y debilita a la clase trabajadora".

Asimismo, se han opuesto a la nueva reforma de la negociación colectiva, puesto que "amenaza con facilitar a las empresas no aplicar el convenio" y "centralizar la estructura" de la misma "reforzando el ámbito estatal en detrimento del provincial"; y han criticado el "ataque directo" a los salarios que supondría desligar las subidas salariales al IPC y enlazarlas a la productividad.

De igual forma, se han posicionado contra "el mayor y más grave recorte de las pensiones perpetrado en toda la historia", el cual, han valorado, "retrasa la edad legal de jubilación, reduce la cuantía de las pensiones, endurece las condiciones de acceso a la pensión pública y favorece el "negocio" de los planes privados auspiciados por los bancos y el gran capital financiero.

Lab pide un sindicalismo de "confrontación"

En este sentido, Ainhoa Etxaide, secretaria general de LAB, sindicato de agrupación de los trabajadores vascos abertzales, ha considerado "inaceptable" que "haya sindicatos vendidos al Gobierno", como CCOO y UGT, colaborando con el Gobierno para poner los "instrumentos" necesarios para salir de la crisis en manos "del poder económico".

"No se puede ir de la mano de los gobiernos en el castigo permanente a la sociedad", ha asegurado Etxaide, quien ha reflexionado además sobre el papel del capital financiero. "Éste es el que manda" mientras el Gobierno "se dedica a desarrollar" sus directrices "a través de la política", ha dicho antes de llamar a un posicionamiento frontal "frente a quienes han abandonado a los trabajadores".

Cig dice que zapatero tiene "deberes" de los bancos

Por su parte, el líder del sindicato gallego CIG, Suxo seixo, ha asegurado que el pacto suscrito por la patronal, CCOO, UGT y el Gobierno es "una renuncia" a buscar alternativas "al modelo económico neoliberal" impulsado por las grandes empresas y el capitalismo, y ha denunciado que "renunciar a dar la batalla" a los poderes económicos no es más que promover la "desmovilización" de los trabajadores.

Según Seixo, "no es casual que no haya medidas" económicas "que molesten a los bancos y las grandes empresas" entre las políticas del Ejecutivo, sino una muestra más de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no molestará nunca "a esas 40 empresas con las que se reúne" para buscar soluciones y que, en realidad, son las que "le dan los deberes".

"Todo el recorte público está enfocado a facilitar el trabajo a empresas financieras", ha agregado el líder sindical, a las que lo único que les preocupa, en relación con medidas como el despido o la reforma de las pensiones, es "que los negocio privados", como los planes de pensiones, "vayan bien".

Ela critica que el gobierno actúe "como pollo sin cabeza"

En la misma línea se ha expresado el secretario general de ELA (Eusko Langileen Alkartasuna), Adolfo 'Txiki' Muñoz, quien ha criticado que el Gobierno, la patronal y los sindicatos mayoritarios, sigan "la hoja de ruta del capital" interpretándola "como tontos". La política española actúa, ha reflexionado, "como un pollo sin cabeza" y se dedica a "transferir la renta de nuestros bolsillos" a las corporaciones que crearon el problema.

Muñoz ha incidido, asimismo, en que el Ejecutivo socialista ha impulsado "los presupuestos más antisociales" de la última década, en los cuales no se hace referencia alguna a términos como la progresividad fiscal y, sin embargo, se grava el esfuerzo de los trabajadores. "Aquí han abierto la veda y han dicho: Pasad y llevaros todo lo que queráis", ha resumido.

Dicho lo cual, ha asegurado que la patronal española es la organización "más parásita y vendida de Europa", además de ser "la más subvencionada". "La patronal está de chantaje permanente" y no hay mayor necesidad de negociar cuando reciben dinero a cambio de "dar todo lo que el Gobierno pide".

"No hay diálogo social, es una mascarada, es unilateralismo. Quien participa de este teatro sólo quiere adormecer a la clase trabajadora", ha concluido.

Petardos y apoyo a presos de eta

En otro sentido, durante la marcha de la manifestación, se han producido algunos incidentes entre viandantes y sindicalistas tras el lanzamiento, por parte de estos últimos, de algunos petardos en la vía pública, aunque dichos altercados no han conllevado mayor revuelo gracias a la actuación policial.

De igual forma, en varias ocasiones durante la marcha, se han podido escuchar proclamas de independencia en euskera entre los adheridos a los sindicatos vascos, ELA y LAB, y se han podido apreciar enseñas de apoyo a los presos de ETA.