Este es el nuevo mito erótico de los hombres y por qué no debe importarnos en absoluto

Entre curvas, ángulos rectos y oblicuos, la belleza admirada por los hombres demuestra ser tan cambiante como abrumadora. Descubre cómo la figura de la sex symbol se ha ido transformando y por qué es importante recordar, en aras de cuidar de la salud mental y de la auto imagen, que un mito es precisamente eso: un mito.
Imagen de Selling Sunset
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COURTESY OF NETFLIX
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Los mitos eróticos son esas figuras cuya sensualidad es capaz de dejar sin habla a quienes los observan, esas personas de atractivo apabullante que llevan toda la humanidad entre nosotros, pobres mortales destinados a mirar con absoluta admiración esos físicos que parecen caídos del cielo,

Pero estas divinidades de la estética y la sensualidad, al aterrizar en la tierra, generan terremotos de deseo y en ocasiones, cómo no, envidia y controversia. Porque el problema es que sabemos que los cánones de la belleza y la sensualidad son cambiantes, por lo que muchos señalan que el énfasis que se deposita en la apariencia física termina por perpetuar estándares de belleza y por cosificar a los individuos.

Por cierto: cuando hablamos de mitos eróticos, lo habitual es pensar en mujeres, pero en la actualidad, más que nunca, los hombres se erigen como sex symbols sometidos a una mirada externa tan libidinosa como la que observaba hasta ahora a las mujeres. Si antes lo común era que reporteros, internautas y presentadores abrieran la boca con lujuria (nos viene a la cabeza la imagen de Jim Carrey en la máscara, cuya mandíbula se cae al suelo cuando aparece la imponente Cameron Díaz) al ver a las 'bombshells' del momento, ahora ocurre lo propio cuando el "it boy" más deseado hace acto de aparición. Sí: la actitud Vasile salpica ahora también a los varones, pero no nos distraigamos del tema que hoy nos ocupa…

La construcción del mito

Los criterios que definen a un mito erótico son cada vez más diversos, y por eso hoy queremos saber cómo se construyen tales mitos y cómo han ido cambiando con el paso de los años. Por descontado, tanto los medios de comunicación como las redes sociales son los responsables de definir la forma en la que miramos, y si bien es cierto que los estándares femeninos son los más cambiantes (la sociedad pretende que seamos un yoyó estético), al final, en el espectro de los hombres, la normatividad sigue imponiéndose en muchos casos.

Margot Robbie en los Globos de oro 2024
Margot Robbie en los Globos de oro 2024
Michael Buckner /Getty Images

Sin embargo, no podemos negar que figuras como Timothée Chalamet o incluso Jeremy Allen White demuestran que el clásico Adonis no es ya el único deseable. Esto lo decimos pidiendo permiso, perdón e incluso clemencia (y el número de teléfono) a los bíceps y tríceps del protagonista de 'The Bear', cuyo rostro quizás no responde a la belleza más normativa, pero sí su silueta, como nos ha dejado no claro, sino clarísimo, el spot de Calvin Klein que protagoniza en ropa interior.

"Con relación al físico hay algunas modificaciones cíclicas del prototipo erótico de moda en cada época. Pasamos de los pechos grandes de Samantha Fox o Sabrina a las líneas extremadamente delgadas de las modelos de talla cero y con una extremada delgadez", comenta Erick Pescador Albiach, sociólogo, sexólogo y especialista en Desarrollo de la Cultura del Cuidado.

"Sin embargo, el modelo corporal de los hombres apenas cambia en décadas, y de hacerlo, lo hace a imagen y semejanza del deporte y de la musculatura, pero sin la necesidad de recortar o retocar con cirugía, como en el caso de las mujeres. En el último tiempo pasamos de las curvas sin músculos definidos de Brigitte Bardot o Marilyn Monroe a la definición de los músculos de figuras como Lara Croft", añade. 

Marilyn Monroe en los Globos de Oro 1962
Marilyn Monroe en los Globos de Oro 1962
Getty Images

Prueba de esta belleza cambiante y "chaquetera" es que hemos pasado de las mujeres con corte bob carentes de curvas de los años 20 hasta la acusada sensualidad de los iconos de los años 50, mientras que una década después, se imponían iconos de belleza que hacían sufrir poco a la báscula, como Twiggy y Audrey Hepburn, al tiempo que los hombres fantaseaban con sex symbols explosivas de la talla de Raquel Welch, Sofía Loren y Ursula Andress.

Como asegura Ulixēs Fernández García, periodista, antropólogo social y cultural, los mitos sexuales, desde una perspectiva antropológica, son narrativas culturales que expresan y simbolizan la sexualidad, relaciones íntimas y conceptos relacionados en una sociedad determinada. Cuando le preguntamos cómo se genera un mito erótico, asegura que se trata de un proceso multifacético influenciado por diversas fuentes culturales y mediáticas.

"En la cultura japonesa contemporánea, una de las que tenemos más influencia a nivel Europa, la influencia de la animación y el manga han desempeñado un papel fundamental en la creación de mitos eróticos que exploran la complejidad emocional y la intimidad. Por ejemplo, obras como "Your Name", del flamante cineasta Makoto Shinkai, presentan narrativas que van más allá de los estereotipos convencionales de la cultura nipona y abordan las complejidades de las relaciones románticas y eróticas sujetas a las normas morales del país del Sol naciente", dice a Mujer.es

Las luces y sombras de los mitos

Al acercarnos al comienzo del siglo XXI, asistimos a un abrazo de la diversidad procedente de los medios y de las tendencias, un cambio que se ha producido en parte por las redes sociales, que sirven de escaparate para figuras que hasta ahora no tenían cabida dentro del "mainstream". Aunque como señala el estudio Influencia de las Redes Sociales en la autoestima de dos generaciones diferentes (Generación Z y Millennials), la Generación Z presenta menor autoestima debido a la influencia de las redes sociales, en las que se da mayor importancia a la imagen y likes de una publicación, es indudable que a su vez han ayudado a crear referentes más diversos, esos que ya en 2007 llegaron de la mano de la emisión del primer capítulo de "Keeping up with the Kardashians", que si bien es cierto aportaron curvas a un mundo experto en ángulos rectos, hoy son cada vez menos curvilíneas.

Kim Kardashian llegando al desfile de Maison Margiela en la Semana de la Alta Costura de París
Kim Kardashian llegando al desfile de Maison Margiela en la Semana de la Alta Costura de París
Getty

En 2015 la modelo plus size Robyn Lawley hizo historia por formar parte de un editorial de baño de "Sports Illustrated" (hoy Lorena Durán puede presumir de haber logrado ser parte de la revista), y en la actualidad conviven todo tipo de referentes estéticos que demuestran que hoy, el mito erótico no es tan fácil de definir, porque acepta varios significados y formas. Lo importante es tener cuidado, como advierte Ulixēs Fernández García, de no olvidar los problemas de salud mental vinculados a tales eróticos, que a menudo derivan de expectativas poco realistas y presiones sociales.

"En la cultura occidental actual, la sobreexposición a imágenes corporales idealizadas en medios y en redes sociales puede contribuir a la dismorfia corporal y a la ansiedad sexual. Por ejemplo, el fenómeno de "body positivity" ha surgido como respuesta a las presiones estéticas convencionales, promoviendo una imagen más realista y saludable del cuerpo, tanto para mujeres como para hombres", explica. 

Lo importante a tener en cuenta al hablar de mitos eróticos o de referentes de belleza es recordar que estos son, como hemos observado, cambiantes, y por ello es vital no obsesionarse con ajustarse a unos cánones destinados a transformarse. Los mitos están pensados para fantasear y soñar, no para obsesionarnos con unos cánones de carácter maleable. El mito ha de ser, y es, un mito, e intentar emular a lo divino carece de sentido.

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