¿Estás preparando correctamente tus infusiones para disfrutar de sus beneficios? Un experto nos da las claves

En España se consumen más de 100 millones de infusiones al año, en una tendencia que va ganando adeptos día tras día entre las que destacan las mujeres. Pero, ¿nos preparamos nuestras infusiones correctamente?
Infusión servida en taza.
Infusión servida en taza.
Claro Cafe
Infusión servida en taza.

Tradicionalmente, España es un país conocido por su consumo de café, en detrimento del té y las infusiones. Sin embargo, en los últimos años se está produciendo un gran aumento del consumo de esta bebida digestiva (en la mayoría de los casos) y especialmente entre las mujeres.

Los tés aromatizados y las bebidas a base de plantas que se preparan con agua caliente tienen por objeto fines medicinales casi siempre. Pero para sacarle todo el partido al potencial de esas plantas, sean cuales sean nuestras necesidades, es importante saber cómo se debe preparar correctamente la infusión para que no pierda las propiedades que se le presuponen de base.

Para aprender paso paso cuál es la manera correcta de preparar nuestras infusiones, hemos entrevistado a todo un experto, Jesús Cía Asensio, director general de Josenea, especializados en infusiones y especias.

Así se hacen las infusiones

Infusión de malva.
En cada infusión, la cantidad correcta de planta medicinal es de 2 gramos..
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Para empezar, Jesús Cía nos resume en una frase qué se considera una infusión. "Se trata de la combinación de una planta seca y agua a temperatura de 90 grados, a punto de ebullición". Hasta aquí, más o menos, todo sabido.

Para preparar la mezcla de la mejor manera posible, y no desperdiciar los beneficios que las plantas que infusionamos nos pueden proporcionar, el experto recomienda poner en primer lugar la planta seca elegida en un recipiente. Éste puede ser una tetera o una taza, según la cantidad y el número de personas a degustarla.

Por regla general, lo correcto es añadir 2 gramos de planta seca por cada taza de infusión. El segundo paso consiste en verter el agua a 90 grados, pero sin que llegue a hervir. Tapamos el recipiente que hemos elegido y lo dejamos reposar, como máximo, tres minutos. "Si dejamos el agua caliente en contacto con las hierbas más tiempo, sin ingerir la infusión, estaremos perdiendo toda su esencia y sus beneficios medicinales", explica el experto.

¿Qué sucede con los aceites esenciales de las plantas que infusionamos?

Infusión de Rooibos
Los aceites esenciales de la infusión son muy volátiles, por lo que hay que tapar el recipiente durante tres minutos para no perderlos
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Antes de nada, debemos tener en cuenta que la planta que está en buenas condiciones, y que cuenta con la calidad necesaria, debería conservar sus colores y aromas originales. Una planta para una infusión que no sabe a nada, tampoco sirve para nada.

Como explica el responsable de la empresa de cultivo ecológico de plantas, Jesús Cía, "la planta contiene unos ingredientes fundamentales que son los aceites esenciales (además de minerales). Sin embargo, estos aceites tan importantes son especialmente volátiles, lo que se traduce en una gran sensibilidad a las altas temperaturas (por encima de los 35 grados). Para mantenerlos intactos, una planta medicinal debe ser secada por debajo de esos 35 grados, y jamás debe hacerse al sol".

En el momento en que vamos a preparar nuestra infusión, el agua demasiado caliente va a disolver esos aceites, por lo que es absolutamente imprescindible tapar la taza para que no se evaporen los aceites en los vapores mientras se integra el sabor en esos tres minutos de infusión.

El cultivo de la planta medicinal, mejor ecológico

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Si la infusión conserva el aroma original de la planta significa que ha sido secada a la sombra y que conserva sus aceites esenciales.
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A la hora de adquirir una infusión en el supermercado o el herbolario debemos tener en cuenta que siempre es mejor que el cultivo sea ecológico. De esta manera garantizamos sus efectos. "No tiene sentido que un producto que está concebido para mejorar la salud contenga productos químicos", advierte el experto.

Otra señal que nos garantiza que estamos ante el producto correcto es que se conserven los colores originales de la planta que sea. "Esa circunstancia significa que ha sido secada a la sombra, que es donde debe hacerse en todos los casos". De la misma manera, si conserva su aroma básico quiere decir que mantiene sus aceites esenciales intactos y, por tanto, sus poderes curativos.

¿Todas las infusiones son buenas?

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No todas las infusiones sientan bien a todo el mundo, por muy saludables que sean en sí mismas.l
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Ni buenas ni malas en sí mismas, "puesto que no todas las plantas van bien a todas las personas. Nuestro cuerpo nos lo va a decir: si sientes que una infusión no te hace sentir bien sino todo lo contrario, está claro que no debes tomarla. El cuerpo es sabio, por muy beneficiosa sobre el papel que sea esa planta".

A partir de esa mínima precaución, de sentido común, tomar una infusión cada día es una excelente idea para completar una dieta saludable. "Las plantas y sus mezclas están concebidas para ayudarnos en problemas diversos: algunas son digestivas; otras antibactericidas; las hay  que fortalecen nuestras defensas, que mejoran la circulación sanguínea, limpian los órganos y nuestras arterias, son diuréticas, o luchan contra la retención de líquidos". 

El mundo de las infusiones es casi infinito, y será un especialista en plantas quien podrá aconsejarnos de la que mejor se adapta a nuestras necesidades en cada momento. Una vez la tengamos, ya sabemos cómo debemos prepararlas para que cumplan realmente su misión saludable.

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