Los avances en el mundo de la cosmética y el cuidado facial nos traen constantemente principios activos y sustancias nuevas que nos ayudan a mostrar una piel luminosa, saludable y libre de bacterias dañinas.
Desde los prebióticos que se encuentran en determinados alimentos, hasta la microbiota cutánea o los probióticos, esos microorganismos 'buenos' que equilibran la salud de la piel y que están presentes en numerosos productos, nos hemos ido familiarizando con términos y conceptos que en otros tiempos nos sonarían a ciencia-ficción.
Pues bien, lo último de lo último en ingredientes saludables que incorporar a nuestra rutina facial se llama postbióticos, y se manifiestan como unos microorganismos especialmente útiles. Para abrir este 'melón' tan apasionante, hemos entrevistado a una experta en la materia: Isabel González Pastor, cofundadora de Mila Bonis.
Algunas nociones básicas para ubicar los postbióticos
Con el objetivo de ponernos en el camino de los postbióticos, Isabel González Pastor quiere empezar haciendo un repaso para que tengamos claros tres conceptos que tienen mucho que ver con este nuevo 'descubrimiento' cosmético.
En primer lugar, la experta nos habla de la microbiota cutánea, "esa comunidad de microorganismos vivos existente de forma natural en la piel, que juega un papel importante en el mantenimiento de su salud y apariencia externa".
Como segundo concepto, entra en escena un término del que ya hemos oido hablar, que son los prebióticos. "Son sustancias que actúan como alimento para la microbiota positiva de la piel, reduciendo así la proliferación de bacterias dañinas".
Los probióticos se encuentran en alimentos ricos en fibra como pueden ser las verduras y los granos enteros. Entre ellos, Isabel destaca el ajo, la avena, la cebada, las cebollas, los espárragos y los puerros.
Para finalizar con este breve repaso a los precursores de los postbióticos, nos topamos con los probióticos, "microorganismos beneficiosos que restablecen y equilibran la microbiota cutánea. Se trata de bacterias buenas que pueden colonizar temporalmente la piel y promover la salud de la barrera cutánea, reduciendo la inflamación y protegiéndola contra algunos patógenos".
Los probióticos "pueden ser especialmente útiles para piel sensible o propensa al acné, irritada o inflamada. Es por eso que se incluyen cada vez más en nutricosmética". Especialmente ricos en probióticos son los alimentos fermentados como el chucrut, el kéfir, el kimchi, la kombucha o el yogur.
Qué son los postbióticos y cuál es su relevancia en cosmética
Los postbióticos "son sustancias que produce el metabolismo de los probióticos, a través de un complejo proceso de fermentación como lípidos, aminoácidos, proteínas, azúcares, enzimas y algunas partes de los propios probióticos".
Los postbióticos representan un avance significativo de la ciencia al servicio de la cosmética. Por lo que respecta a sus beneficios, "estas sustancias han demostrado una mejora en la inmunidad del organismo (al aumentar las defensas), así como en la digestión y la salud del tracto gastrointestinal".
La incorporación de los postbióticos en los productos para el cuidado de la piel es un enfoque de lo más innovador, "evidenciando la relación indisoluble del eje cerebro-intestino-piel. No existe salud ni belleza si no se consigue previamente un equilibrio entre los tres", comenta Pastor.
Para concluir con sus ventajas demostradas, la experta añade que existen "numerosos estudios recientes que demuestran cómo los postbióticos equilibran la microbiota cutánea y son capaces de mantener la función barrera de la piel intacta. Es decir, que ejercen un efecto positivo en la salud de la piel, y al mismo tiempo en su apariencia".
Además, se trata de activos muy estables y seguros, que mantienen su eficacia a lo largo del tiempo.
¿En qué tipo de cosméticos podemos encontrar los postbióticos?
Uno de los formatos más efectivos para aplicación tópica de postbióticos, como nos cuenta Isabel González, "es el sérum facial. Al tratarse de una textura ligera y especialmente concentrada, permite que penetren profundamente en la piel, proporcionando beneficios intensos y bastante rápidos. Será cada vez más habitual encontrar cosméticos que formulan con este tipo de activos.".
Esta circunstancia es especialmente relevante "para abordar problemas cutáneos tan prevalentes entre las mujeres como el envejecimiento prematuro, la sequedad y la falta de luminosidad de la piel".
Eso sí, debemos elegir productos de calidad, de marcas que utilicen activos respaldados por investigaciones científicas para garantizar su eficacia y seguridad. Por poner un ejemplo, el sérum iluminador de Mila Bonis está formulado con extracto de mirto y lentisco, una combinación de postbióticos que se extrae con técnicas de biotecnología que ha demostrado su poder científicamente mediante estudios clínicos in vivo.
Incremento de las defensas antioxidantes de la piel, mejora del film hidrolipídico, modulación positiva del microbioma de la piel, efecto antiinflamatorio que calma la piel sensible… son algunos de los beneficios que debemos pedirle a los cosméticos que incluyan postbióticos. Combinados, todos estos efectos mejoran la función de barrera de la piel, protegiéndola del daño causado por la acción de los radicales libres.
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