El estreno de la tercera temporada de Emily en Paris nos dejó muy claras cuáles iban a ser las algunas de las tendencias de este 2023. En moda, el cuadro vichy y los tacones con plataforma prometían triunfar, mientras que el flequillo francés se convertiría en una de las apuestas capilares favoritas. En cuestión de maquillaje, la inspiración francesa, de nuevo, mostrada en la popular serie de Netflix, vuelve a darnos la clave para escoger nuestros indispensables beauty: las mejillas y los pómulos van a ser los protagonistas de los make up de este año, sobre todo si los resaltamos con la técnica que se está viralizando en redes: pinky cheeks que eleva al colorete a la categoría de cosmético esencial.
Este, que podemos encontrar en el mercado en polvo, en crema o líquido se convierte en la piedra angular de nuestro maquillaje, puesto que es el encargado de añadir ese rubor que nos encanta y que en verano conseguimos de forma natural por el sol. Eso sí, para cumplir con la tendencia que ya llevó el personaje de Lily Collins, tenemos que decantarnos por los tonos rosados, lo que demuestra que el rosa es el color de la temporada. Si no, que se lo digan a Cristina Pedroche que ha lucido un bikini barbiecore que nos confirma esta apuesta por el total pink.
Si hace unos meses el I’m cold demostró que la técnica de aplicación del colorete influía (¡y mucho!) en el resultado, las pinky cheeks llegan para reafirmarlo. Lograr el deseado efecto requiere de ciertos truquitos... ¡y de escoger un colorete adecuado! Así que, puedes decantarte por el colorete que las prescriptores de belleza no dejan de recomendar o probar con algunos de nuestros favoritos del mercado.
Cómo conseguir la tendencia 'pinky cheeks'
Para las que aún no están muy puestas en esta nueva tendencia de maquillaje, se trata de escoger blushes de la tonalidad de los rosas fríos para conseguir un rubor marcado y aniñado que, todo sea dicho, favorece a todo tipo de pieles. Eso sí, dependiendo del tipo de rostro, deberemos aplicarlo en una zona u otra del pómulo. Respecto al cosmético que elijamos, más allá del color, no hay nada escrito, así que se trata de acudir a ese que más nos guste, ya sea por la marca, la textura, los ingredientes o la duración.
El colorete Liquid Blush de Nars es, como su nombre indica, una fórmula líquida que se funde rápidamente con la piel y que asegura resultados duraderos. Por eso, una vez lo apliques en la zona deseada, extiéndelo rápido con el dedo para que el efecto caliente de nuestra piel nos ayude a difuminarlo como deseamos.
The Blush, de 3ina, es otra de las apuestas ideales para potenciar el pinky cheeks, esta vez en formato polvo para las amantes del difuminado con brocha.
Las amantes de las propuestas en crema también tienen con qué conseguir este sonrosado tan buscado. El Cheek Heat de Maybellyne tiene el color perfecto para lograrlo, el Burn, y además es fácil de aplicar y asegura un resultado muy natural.
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