Pueden acceder a las ayudas disponibles para adquirir una silla de ruedas, como se especifica en la web del Ministerio de Sanidad, "todas aquellas personas que la necesiten y que justifique debidamente que tiene una discapacidad o una patología que le impida la marcha funcional de forma permanente".
PixabayPara acceder a las ayudas para adquirir una sillas de ruedas eléctrica, que son bastante más caras, el usuario deberá demostrar, además de la imposibilidad de la marcha funcional, que no puede impulsar una silla de ruedas con los brazos y que dispone de una capacidad suficiente para poder manejarla por sí mismo. No se contemplan ayudas en caso de que tenga que empujar la silla una tercera persona.
GETTYLos requisitos arriba establecidos tiene que justificarse con un informe elaborado por el médico especialista correspondiente. Este médico será además el encargado de redactar una prescripción médica -como la receta para un medicamento- para poder solicitar la ayuda correspondiente. En esta prescripción, se especifican las características de la silla en función de las necesidades del usuario. Es decir, que si el médico considera que se necesita una silla manual con determinadas especificaciones, esta receta no será válida para adquirir una eléctrica.
MaskotLas sillas que adquieran los usuarios, para poder ser compatibles con las ayudas, además de cumplir unas características, deben estar dentro del catálogo, que puede variar de una comunidad a otra. El Ministerio establece unos mínimos que las comunidades pueden ampliar, como ocurre en algunos casos. La orden Orden SND/44/2022 establece cuáles son esos mínimos y puede consultarse aquí.
OCUComo se especifica en la web del Ministerio, en ningún caso las ayudas para financiar una silla de ruedas podrán utilizarse para subvencionar artículos destinados a uso deportivo, ni que tengan una finalidad estética, a no ser que "guarden relación con accidente, enfermedad o malformación congénita". Tampoco aquellos de los que se realice publicidad dirigida al público en general.
Kampus Production / PexelsEn primer lugar, hay que solicitar al médico la correspondiente prescripción (con el código y la descripción del artículo), y una vez obtenida, acudir a un establecimiento autorizado y solicitarla. Lo más habitual es que los usuarios adelanten el precio de la silla y que, una vez comprobado que la silla cumple los requisitos, se le reembolse posteriormente, por eso es importante conservar la factura.
Getty ImagesComo son las comunidades autónomas las responsables de establecer las condiciones de acceso, este procedimiento puede variar de unas a otras. Por eso, en algunos casos, como en sillas muy caras o personas con muy escasos recursos económicos, existe la posibilidad de que no tengan que adelantar el importe de la silla.
Getty ImagesEl reembolso debe solicitarse en el organismo autonómico correspondiente y requiere: la prescripción del médico especialista/rehabilitador, la factura original de la ortopedia con fecha posterior a la prescripción del médico y fotocopias del DNI y de la tarjeta sanitaria del paciente usuario de la silla de ruedas.
Getty ImagesComo cualquier producto, las sillas de ruedas tienen un tiempo de vida finito y, además, pueden romperse o necesitar recambios. La ley establece que es cada responsable de la prestación ortoprotésica -es decir, cada comunidad autónoma- la encargada de determinar cuándo podemos pedir una nueva o solicitar que se nos repare o cambie una pieza. Es decir, que hay un plazo determinado a partir del cual podemos solicitar una nueva, pero lo decide cada comunidad. La Cartera de servicios comunes de prestación ortoprotésica solo establece la duración media de cada producto.
Pexels / marcusEl simple hecho de que haya transcurrido el plazo de renovación del producto no genera automáticamente la renovación, sino que deberá ser valorado cada caso e iniciar todos los trámites otra vez. Además, solo se podrá acceder a una silla nueva cuando esta renovación no sea debida al mal trato o uso inadecuado por parte del usuario.
Marcus Aurelius / PexelsEn función del tipo de silla de ruedas prescrita, del modelo y de las características, las ayudas ascienden a una cantidad u otra, por eso son muy variables. Así, oscilan de los 250 euros que se reciben por una silla básica manual a los casi 5.000 por una avanzada silla de ruedas eléctrica infantil. Las cantidades mínimas que establece la cartera de servicios comunes de prestación ortoprotésica pueden ser mejoradas por las comunidades autónomas, como ocurre en algunos casos.
GettyDepende de cada comunidad pero, en general, dejan que el usuario pague la diferencia. Es decir, que te dan la ayuda correspondiente a la prescrita por el médico, y si quieres un modelo superior o más sofisticado, abonas lo que cuesta de más la silla que tú quieres. Como advierte Anxo Queiruga, presidente de COCEMFE (Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica), a veces no te dejan hacerlo, sino que "o coges la que ellos te aconsejan o directamente no te dan nada, te quitan la ayuda".
Getty ImagesTeniendo en cuenta que para cientos de miles de personas las sillas de ruedas son 'sus piernas', a menudo, a los usuarios estas ayudas les parecen insuficientes. Entre las reivindicaciones más comunes, tal y como nos aseguran los propios usuarios en este reportaje, que las cantidades sean más elevadas, poder acceder a sillas deportivas o para otros usos, poner más facilidades para acceder a sillas con motor, que ayudas a las eléctricas se den también si las empuja un tercero y, sobre todo, no tener que adelantar el dinero, pues a menudo se trata de miles de euros que un colectivo vulnerable como el de la discapacidad no siempre tiene.
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