De esta forma, la asociación se dedica a rescatar animales de la especie que sea, "siempre que tengamos posibilidad física de acogerlo". "No disponemos de sitio físico, funcionamos gracias a la labor de las casas de acogida, que son quienes cuidan y dan un hogar lleno de amor a los animales que recogemos", detallan. "También nos han ayudado algunos centros de recuperación, en los casos de haber rescatado especies que son fauna salvaje". En la foto nos presentan a Noyer, un Grifón Vendeano que fue abandonado en el campo. "Llegó famélico, cubierto de mugre y garrapatas, que le habían transmitido Leishmania, Anaplasma, Erlichia...", cuentan. "Ahora mismo sigue en control veterinario, pero es un perro muy cariñoso, algo asustadizo y sociable con otros animales".
Al no distinguir entre especies, la asociación también se ha encontrado en la situación de rescatar a algunos animales que no han podido acoger en las casas, colaborando también con santuarios afines que los han aceptado. "Vienen normalmente de la explotación agraria", explican desde Hakuna Matata. "Los santuarios son un elemento esencial para este tipo de animales". Delia protagoniza la foto, una gata joven que fue rescatada por el servicio de recogida ya que estaba en la calle pero era muy sociable. "Siendo un municipio donde está implementado el método CER desde hace años, lo más probable es que Delia se escapara de una casa o fuera abandonada, porque en la zona ninguna alimentadora la conocía", cuentan desde la asociación. "Es una gata que se adapta a todo".
Para mantener a los animales que rescatan y continuar con su labor en defensa de los animales, la asociación realizar recogida de alimentos en algunas tiendas de animales y organiza eventos solidarios diversos. "Ofrecemos menús veganos, conciertos, espectáculos de magia, charlas, actividades para niños y niñas, sorteos... Todo esto solo es posible con la ayuda de la gente voluntaria y quienes donan su tiempo y su arte par ala causa, por supuesto", expresan desde la asociación. En la foto vemos a Solete, una tortuga que, como muchas otras, son abandonadas en parques, ríos o urbanizaciones "con el impacto ecológico que eso tiene para otras especies autóctonas y el peligro que supone para ellas mismas también", lamentan. "La gente no piensa en lo mucho que crecen o los años que duran estos animales y se cansan de ellas o no cubren sus necesidades mínimas de hábitat y alimentación. Solete tendrá unos ocho años, aunque es difícil determinar la edad exacta ya que la mala alimentación ha generado deformidades en su caparazón".
En el caso de la asociación Hakuna Matata, los perros son los animales más difíciles de dar en adopción, ya que cuentan con pocas casas de acogida que puedan cuidar de estos animales, por su tamaño. "Aún sigue existiendo la creencia de que los perros grandes no pueden vivir en pisos y, además, la gente no quiere perros con problemas de salud o comportamiento, ni mayores, buscan adoptar cachorros", lamenta. En la foto se encuentra Boomer, un Pastor Belga Malinois de año y medio que describen como "muy cariñoso y no apto para cualquiera que no se haya informado bien de las necesidades especiales que tienen los perros de esta raza". "Boomer vivía en una finca, solo todo el día y toda la noche, pasaban solo algún rato a darle de comer y poco más, por lo que se salía de la finca a la carretera y conseguimos que su dueño nos lo cediera", cuentan. "Tiene mucha energía y hay que enseñarle a gestionara, no todo es ejercicio físico, hay que trabajar también la mente con paciencia y constancia. No obstante, es sociable con otros animales pero no apto para personas mayores o de corta edad".
La asociación reconoce que en los últimos dos años, se han empezado a ver desbordados por las peticiones de ayuda para recoger conejos y cobayas. "La gente ya no los quiere o no los puede tener en sus casas, así que los ceden a las protectoras o, directamente, aparecen abandonados en parques o similares", comentan. En la foto nos presentan a Ensalada, un cotorra argentina que, según la asociación sufre "el odio por parte de la sociedad". "Cuando aparecen heridas nadie las ayuda y son perseguidas para matarlas por ser consideradas plaga", comentan. "Ensalada es una psitácida más, como podría ser un Agapornis. Las condiciones adecaudas en las que tener un ave de este tipo no son tampoco fáciles de conseguir, necesitando un espacio suficientemente grande para volar y no estar encerradas en una jaula. Además su alimentación también debe ser de calidad y necesitan interacción con otras de su misma especie".
Para adoptar con la asociación Hakuna Matata, lo primero que piden es que rellenemos un cuestionario de adopción, que se envía por email. Después piden fotos de la vivienda y la estancia donde vivirá el nuevo inquilino. La foto está protagonizada por Luxio (el gato) y Fuera (jerbo). "Luxio es un gato que llegó siendo un bebé junto a su hermano, su madre había sido atropellada y sus hermanos fallecieron. Nos está costando encontrar adoptante para él porque tiene un problema en la boca que precisa de controles veterinarios periódicos y medicación", cuentan. "Por lo demás, es un gato divertido, cariñoso y juguetón". El otro protagonista de la foto es Fuera, una de cuatro hermanas de una camada no deseada de jerbos. "Sus padres fueron comprados en una tienda de animales, donde suelen fomentar la compra de un par de roedores porque son gregarios (que sí lo son, pero no saben diferenciar los sexos, por lo que crían".
Tras el envío de fotos (que sirve para valorar posibles peligros del nuevo hogar), se realiza una entrevista para conocer a la familia en persona y resolver cualquier duda que haya podido quedar por cualquiera de las partes. "Si todo va bien, se entrega el animal en acogida preadopción para valorar correctamente su adaptación y, en un mes aproximadamente, si esa valoración es positiva, se tramita la adopción final, con contrato y seguimiento. En la fotografía se encuentra Nekal, una gata que llegó a la asociación con meses de edad. "Fue adoptada por su casa de acogida pero cuando su adoptante se compraba una casa, al no encontrar quien cuidara de Nekal mientras, decidió devolvérnosla", relatan. "Es una gata muy cariñosa y no le importa compartir con otros animales. Ahora tiene seis años y encontrarle un buen hogar no va a ser fácil".