Todos los perros y gatos acogidos son animales con discapacidad (la gran mayoría causadas por el abandono o maltrato que han sufrido durante su vida; y en otras ocasiones son discapacidades de origen congénito) y que requieren de unos cuidados especiales. En la foto nos presentan a Bimba, una abuelita de diez años que abandonaron por su edad. "Es cariñosa, buena y le encantan los mimos", aseguran desde la asociación.
CARMEN GIJÓN / ASOCIACIÓN BICHOS RAROSActualmente esta asociación tiene unos 200 animales (en su mayoría perros pero también cuentan con gran número de gatos discapacitados), provenientes de diversos lugares (de otras provincias españolas, algunos han sido traídos de Ucrania por el tema de la guerra, otros de Bélgica, de otros países de Europa, de otras protectoras, de particulares, etc) y cada semana se van uniendo más. En la foto podemos ver a Sol, un perrete de tres años que fue atropellado de pequeño. "Su patita delantera quedó disfuncional pero corre y juega sin problemas y siempre está sonriendo. ¡Es un ángel!", aseguran desde Bichos Raros.
CARMEN GIJÓN / ASOCIACIÓN BICHOS RAROSLa voluntaria recuerda que mantener a tantos animales con necesidades tan especiales tiene un coste económico muy elevado y pone en valor la ayuda que reciben de personas solidarias que apoyan su trabajo. "Es necesaria para seguir manteniendo a estos animales que necesitan una alimentación especial, tratamientos médicos y quirúrgicos, rehabilitación y fisioterapia y, que requieren de material para ellos como sillas de ruedas, arneses especiales, pañales o medicinas". En la foto se encuentra Perico, que también fue atropellado, sufriendo una fractura de cadera. "Es por ello que tiene unos andares 'salerosos' y es la alegría de la huerta. ¡Además es muy besucón!", aseguran desde la asociación.
CARMEN GIJÓN / ASOCIACIÓN BICHOS RAROSSobre los costes, la voluntaria explica que se trata de un coste económico muy elevado que financian gracias a las donaciones de personas solidarias que confían en el proyecto y recalca que se trata de una ayuda que, por desgracia, no es continua, por lo que muchas veces necesitan tirar de ingresos personales para sacarlos adelante. En la foto nos presentan a Punki, un pequeñín del que solo saben que fue "abandonado, golpeado y maltratado".
Con el objetivo de que estos animales tengan la oportunidad de vida digna y feliz, sintiéndose queridos en un hogar, a salvo, calentitos y sin pasar hambre, hasta el final de sus vidas, Gijón pide ayuda a cualquier persona que quiera colaborar ya sea uniéndose al grupo de Teaming, realizando donaciones de alimentación o económicas. En la foto podemos ver a Roberto, otro de los abuelitos de la asociación. "Tienen nueve años y fue abandonados", cuentan.
Por último, desde la asociación nos cuentan que los perretes que mantienen no solo son peludos abandonados en España o recogidos de protectoras, también son perros rescatados de la guerra en Ucrania y procedentes de otros países de Europa como Bélgica. En la foto se encuentra Reina, una perrita que, hasta que la rescataron, había vivido metida en una jaula en el patio exterior de una casa. "Sin salir, sin apenas contacto... Está pendiente de operarse los ojos porque no ve, pero hace vida normal, corre, juega y come con apetito voraz", concluyen.
CARMEN GIJÓN / ASOCIACIÓN BICHOS RAROS