Los etarras juzgados en París abandonan la sala como protesta contra un policía francés

Los diez etarras confesos que están siendo juzgados en París, entre ellos el ex dirigente Garikoitz Aspiazu Rubina, alias Txeroki, abandonaron esta tarde la audiencia, sin violencia, protesta por la intervención de un oficial de la policía antiterrorista francesa.

El Tribunal de lo Criminal decidió evacuarlos después de que los diez encausados hubieran manifestado su intención de marcharse de la sala ante lo que llamaron "las mentiras" del comandante de la Subdirección Antiterrorista (SDAT) Stéphane Durey, que fue objeto de la ira de uno de ellos, Luis Ignacio Iruretagoyena, de 56 años.

"Queremos abandonar la sala" porque "no aceptamos que un policía cuente todas esas mentiras de nuestra organización", dijo Iruretagoyena en relación con la declaración de Durey, que había dado cuenta de los datos que tienen sus servicios sobre la biografía de ese etarra, el más veterano de los sentados en el banquillo.

Iruretagoyena señaló que no aceptarían estar presentes mientras hablara como testigo el oficial de la SDAT, al que calificó de "perro policía".

El comandante antiterrorista había indignado de forma manifiesta a los acusados al volver a atribuir a ETA como primera acción mortal de la banda un atentado contra una estación de San Sebastián en 1960 en el que murió una niña, como ya lo había hecho el lunes pasado durante el primer día del proceso.

Durey, apoyándose en una noticia de la agencia francesa AFP, reiteró su versión de que, según las autoridades españolas, ese fue el primer atentado mortal de la historia de ETA, algo que había sido negado el lunes por la abogada de la defensa, Amaia Recarte, que recordó que la organización nunca lo había reivindicado.

La expulsión se realizó con calma, sin los forcejeos ni golpes que los etarras intercambiaron con los gendarmes que se ocupan de su custodia este martes, cuando fueron evacuados tras provocar un altercado porque el tribunal no satisfizo tres de las cuatro exigencias reclamadas para que el juicio se desarrollara "normalmente". Tras la salida de los diez inculpados, el fiscal, Jean-François Ricard, lamentó su ausencia y criticó las razones que los diez habían dado para abandonar la vista oral.

"No estamos en un proceso político" ni "hablando de la dictadura franquista", sino que se trata de delimitar responsabilidades por unos "hechos concretos", el secuestro de una familia guipuzcoana en Francia en agosto de 2007 para robarle el furgón y usarlo para cometer un atentado con un coche bomba, finalmente fallido, en Castellón.

La audiencia continuó con Durey, que siguió dando detalles sobre las fichas policiales de los etarras juzgados, que desde el primer día, en un comunicado en nombre de ETA leído por "Txeroki, advirtieron que no reconocían ninguna legitimidad al tribunal.Desde entonces, como suele ser habitual en el caso de los etarras, se han negado sistemáticamente a responder a las preguntas de la fiscalía o de los jueces.