La banca y las empresas eléctricas han lastrado este lunes a la Bolsa madrileña, que ha cerrado en unos niveles muy parecidos a los del inicio de sesión, con una caída del 0,8% y perdiendo la cota de los 7.900 puntos (7.891), en línea con la tendencia bajista del resto de selectivos europeos.

Se ha quedado a la espera de las noticias que puedan provenir de la reunión del Eurogrupo y de la asamblea de otoño que inician este lunes en Tokio el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

La prima de riesgo, por su parte, acabó en los 424 puntos básicos tras una jornada en la que ha experimentado subidas y bajadas y en la que Alemania ha dicho que España no necesita ningún programa de ayuda financiera.

Los pesos pesados han sido los principales lastres del IBEX 35, liderados por Repsol YPF, con un retroceso del 1,49%, y de los dos grandes bancos españoles, el Santander y el BBVA, con una bajada del 1,24% y del 0,88%, respectivamente.

Sacyr Vallehermoso y Gamesa han figurado también entre las compañías con peor comportamiento al descender el 4,45% y el 3,49%, respectivamente. Bankia ha encabezado los retrocesos del selectivo con una caída del 7,49% que ha dejado a las acciones bordeando el euro (1,087), mientras que en el polo opuesto, los títulos de Inditex (+0,69%) han superado en 65 céntimos la barrera psicológica de los cien euros.

El FTSE MIB italiano ha sido el que peor comportamiento ha mostrado al caer el 1,98%, seguido del CAC 40 francés, con un descenso del 1,42 %; del DAX alemán, con el 1,37 % y del FTSE 100 británico, con el 0,48 %.

"El mercado está de capa caída a la espera del Eurogrupo, aunque no tenemos muchas expectativas porque hemos salido escaldados demasiadas veces", señala la analista de Renta 4 Nuria Álvarez.

Oficialmente, el Eurogrupo pondrá en marcha oficialmente el fondo de rescate permanente (MEDE) y analizará la situación de España, que tendrá que demostrar a sus socios que puede cumplir los objetivos de déficit con las reformas y el presupuesto que ha presentado para 2013.

Sobre la reunión planea la cuestión del potencial rescate de España, sobre la que nadie se quiere pronunciar oficialmente, aunque los mercados lo tienen descontado desde hace meses.