La OCDE pide a los bancos centrales que intervengan ante el riesgo de una posible recesión

  • La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico revisó a la baja el crecimiento de los países desarrollados del G7.
  • Reconoce que la recesión es posible, pero que no será de la "magnitud" con que se produjo entre 2008 y 2009.
  • Aconseja rebajar los tipos de interés para que la situación no empeore.
  • Teme que el paro pueda "enquistarse" en algunos países con desempleo elevado.

La OCDE revisó este jueves a la baja las perspectivas de crecimiento de los países más desarrollados (G7) y calcula que, a excepción de Japón, crecerán en el segundo semestre a un ritmo inferior al 1 %.  La organización ha apelado a los bancos centrales para que intervengan y puedan garantizar un precio del dinero bajo, así como la rebaja de los tipos de interés.

En su informe de perspectivas interinas sobre el G7 publicado este jueves, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) precisó que la evolución del Producto Interior Bruto (PIB) será negativo en el cuarto trimestre en Alemania (-1,4 % en ritmo anual) y en el tercero en Italia (-0,1 % interanual).

En el caso de Estados Unidos, su PIB progresará al 1,1 % entre julio y septiembre y al 0,4 % en los tres últimos meses del año.

Japón se desmarcará de los demás pero a consecuencia de los efectos del seísmo de marzo y de la catástrofe nuclear.

En conjunto del G7, el ritmo del crecimiento económico será del 1,6 % en el tercer trimestre y del 0,2 % en el cuarto, después de haberse constatado un 0,8 % en el primero y un 0,4 % en el segundo.

Los autores del estudio advirtieron que hay una gran incertidumbre, aunque no auguran una inflexión "de la magnitud" de la que se produjo en 2008-2009.

La importancia de los bancos

Entre los múltiples factores de riesgo que citaron está que "la crisis de la deuda soberana puede intensificarse de nuevo" y recordaron que el incremento del diferencial de la deuda de Italia y España llevó al Banco Central Europeo a intervenir.

Sobre ese punto, insistieron en que un primer paso para abordar esta crisis es implementar los acuerdos de la cumbre europea del pasado 21 de julio, pero también que para detener el contagio y restablecer la confianza hay que "mejorar la gobernanza de la zona euro y reforzar la capitalización de los bancos" debido a su exposición a los países en peor situación fiscal.

Los expertos de la organización aconsejaron una rebaja de los tipos de interés de forma selectiva o en otros casos intervenciones de los bancos centrales y compromisos de que el precio del dinero seguirá bajo durante un periodo prolongado. Para aquellos países donde los tipos de interés son bajos,  como es el caso de Estados Unidos, ha instado a aplicar medidas de estímulo que inyecten liquidez al sistema.

Este jueves se reúne el consejo de Gobierno del Banco Central Europeo, aunque no se prevé el anuncio de una rebaja de los tipos de interés. Al mismo tiempo, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, presenta un plan en el Congreso para estimular la creación de empleo con un coste de 200.000 millones de euros.

Las causas

Otros motivos de preocupación son los bajos niveles en la construcción de viviendas, en la inversión empresarial y en el consumo, la caída muy limitada del precio del petróleo y de otras materias primas o la tensión por los balances de los bancos, que podrían endurecer las condiciones financieras.

La otra cara de la moneda son elementos potencialmente positivos, como el fin de los factores que provocaron el parón económico en Alemania y Francia en el segundo trimestre o unas cifras del presupuesto de Estados Unidos mejores de lo anticipado.

Más allá de la situación en sus estados miembros, la OCDE señaló que el comercio mundial se estancó en el segundo trimestre, y sólo en parte por la interrupción del aprovisionamiento en las cadenas de montaje debido al desastre de Japón en marzo.

Y también que los desequilibrios financieros globales siguen siendo amplios por el incremento de los excedentes chinos gracias a un tipo de cambio básicamente estable de su divisa y por los fuertes ingresos de los exportadores de petróleo por los precios históricos del "oro negro".

Paralelamente, pidieron a los países emergentes que retiren las medidas monetarias si la inflación se encauza en el objetivo y que permitan que sus monedas se aprecien cuando el índice de precios se mantiene elevado y la balanza comercial positiva progresa.

El paro podría enquistarse

La OCDE advirtió también de que la poca creación de empleo y la elevada tasa de paro de larga duración en algunos países corren el riesgo de enquistarse, y se pronunció en favor de reformas estructurales del mercado de trabajo para evitar que esas situaciones se prolonguen en el tiempo.

El economista jefe de la OCDE, Pier Carlo Padoan, constató que en algunos Estados  la situación del empleo no mejora y eso amenaza con perpetuarse "de forma estructural".

Padoan también insistió en que "es imperativo que los políticos restablezcan la confianza" y para ello tienen que hacer programas "creíbles" de ajuste fiscal.

"En algunos países no hay otra solución que ajustes (fiscales) muy fuertes", indicó al ser preguntado si no le parecían excesivos los que se estaban llevando a cabo en la zona euro.

Añadió que Alemania es uno de los que "tiene margen fiscal" para poder utilizarlo en caso de que se confirmara una ralentización de la actividad de forma duradera.

El economista consideró que ha habido "progresos" en la lucha contra los números rojos en las cuentas públicas en Estados Unidos y en otros países, antes de señalar el caso español y en la reforma constitucional para introducir la regla de estabilidad presupuestaria, algo -recordó- en lo que también se trabaja en Italia y en Francia, y que ya está hecho en Alemania.

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