Así cobraba Neri sus millonarios sobresueldos a costa de la SGAE

El director de la filial digital de la SGAE y mano derecha de Teddy Bautista, José Neri, construyó un castillo de sociedades para lucrarse y dar trabajo a familiares y amigos a costa de la sociedad de gestión de los derechos de propiedad intelectual. Y lo hizo con la "autorización" e "impulso" del director de la SGAE.

Así de contundente es el juez Pablo Ruz en su auto sobre la trama de desvío de fondos de la SGAE que detalla la implicación de nueve personas y otras tantas empresas a las que acusa de apropiación indebida, estafa de especial gravedad y delito de administración fraudulenta.

La instrucción practicada concluye que Neri aprovechó la posición preeminente y privilegiada en la SGAE para contratar en exclusiva a empresas afines amparándose en contratos que simulaban un tráfico mercantil normal y ajustado a derecho. Así operaba la trama societaria corrupta, según las investigaciones y el auto judicial:

Hijos, parejas y amigos

En el entramado societario participaban, además de José Neri, su hija, Leticia Rodríguez Álvarez; su compañera sentimental, María Antonia García Pombo; su cuñada, Pilar Eva García Pombo; e incluso su hermana, Juana Cristina Rodríguez Neri. Un papel relevante tendría además la pareja formada por Rafael Ramos y su mujer, Elena Vázquez, con numerosas vinculaciones societarias con Neri.

Neri ha sido la mano derecha de Teddy Bautista y su mentor en nuevas tecnologías. Bautista fue quien le puso al frente de la SDAE, una entidad concebida para el desarrollo de las nuevas tecnologías y financiada con cargo a la SGAE, con inversiones de los ministerios de Cultura e Industria.

La entidad no tenía trabajadores, Neri era su único empleado, que recurría a la subcontratación de proyectos. La principal destinataria de los encargos era la firma Microgénesis, de la que casualmente Neri fue fundador y director hasta que en 2003 fue nombrado director de la SDAE. Con todo, Neri siguió ligado "de hecho" a la sociedad hasta 2005, fecha en la que pasa a manos de sus amigos y socios de otras empresas Rafael Ramos y Elena Vázquez, así como de su cuñada.

Con todo, Neri sigue manteniendo una tarjeta con cargo a Microgénesis que siguió utilizando hasta noviembre de 2007, justo cuando apareció en los medios de comunicación la primera información de una denuncia por desvío de fondos. En doce meses entre 2005 y 2006, los cargos a dicha tarjeta ascendieron a 40.018 euros.

Sobresueldos y maniobras

La instrucción también cree probado que Neri obtenía un importante sobresueldo, al margen de sus retribuciones en la SDAE y la SGAE, facturando hipotéticos servicios de consultoría a sociedades de su propiedad como Hipotálamo o Micromega Consultores.

La operación Saga se precipitó el 1 de julio, tras la disolución de la SDAE y su fusión en la SGAE. Según se desprende de la intervención de conversaciones telefónicas, Neri convenció a la cúpula de la SGAE para disover la SDAE sin informar publicamente para garantizar un buen resultado a la candidatura continuista en las elecciones de la sociedad de gestión de derechos de autor, que tuvieron lugar el día 30 de junio y en la que salió revalidada la opción de Teddy Bautista.

El juez considera que Bautista y sus colegas de la cúpula de la SGAE, Loras y Azcoaga, tuvieron conocimiento de las vinculaciones entre Neri, Microgénesis e Hipotálamo y las habrían "autorizado, consentido y también impulsado".

Una trama "parasitaria"

La SDAE ideó la entidad Portal Latino SL, que serviría para difundir en la web creaciones artísticas de autores latinos. Los principales valedores de esta plataforma fueron Teddy Bautista y el propio Neri. El encargo del proyecto recayó, una vez más, en Microgénesis. Se da la circunstancia de que para obtener la ampliación de capital de la SDAE con la que financiar Portal Latino, la SGAE contrató los servicios de la consultora Arthur D. Little, supuestamente independiente, pero cuyo director general, Eulogio Naz Crespo, compartió cargos societarios tanto con Neri como con Rafael Ramos, director de Microgénesis. Su valoración de Portal Latino no podía ser más que positiva, por cuanto otras empresas de Naz Crespo también recibían encargos de Microgénesis, que ésta pagaba con dinero de la SGAE.

La trama societaria, calificada de "parasitaria" en el auto, estaba encabezada no solo por Neri, sino también por Rafael Ramos, para quien el juez Ruz decretó prisión provisional con fianza de 150.000 euros. A ambos les une no solo Microgénesis, sino también Microgénesis Producciones (ahora llamado Canalmicro), Imago Mundi y Coqnet, que se habrían beneficiado de contratos con cargo a la SGAE.

La Fiscalía Anticorrupción concluye que las empresas de los denunciados Neri y Ramos facturaron 22,47 millones de 2003 a 2007, los años de mayor desvío. El informe presentado se atreve a aventurar que las sociedades ligadas a ellos, también Res Cognita, Mocromega, Hipotálamo y Ribera de Mayorga, "no han presentado ningún servicio real y que han sido utilizados por los denunciados para fijarse una retribución y pagar gastos personales". Mientras, la SDAE y Portal Latino admitían unas pérdidas de 8,6 millones de euros.

Sociedades fantasma y pantalla

La punta del iceberg societario, Microgénesis, habría contado "durante el periodo 2000-2010 de una fuente de financiación externa notablemente beneficiosa para desarrollar los proyectos que se le encargaban, sin tener que preocuparse de la rentabilidad de los resultados alcanzados, dado que los trabajos y herramientas eran evaluados por la SDAE, a la sazón, el propio Neri".

En cuanto a la empresa Imago Mundi, el auto dice que se sostuvo gracias a la facturación directa de entidades del grupo SGAE y de Microgénesis. Ya cerrada, Imago fue una sociedad que no podía operar de forma autónoma, dependía de Microgénesis y su existencia se basaría en razones de índole organizativa de sus administradores, concluye el auto. Y es que la trama tenía empresas fantasma que servían para disimular los sobresueldos sin realizar proyecto alguno.

Los movimientos bancarios controlados por la Fiscalía prueban que Neri y su pareja se embolsaron al menos tres millones de euros entre 2002 y 2009 de ingresos efectuados por parte de las referidas empresas. Así pues, la SGAE financiaba a unas empresas que acababan haciendo ingresos en sus cuentas privadas.

Consultoras ficticias

En una conversación con su mujer, Neri reconoce que su sueldo, contando el salario de la SGAE y la SDAE más la suma de los ingresos mensuales por Hipotálamo (11.718) es de 234.600 euros. Hipotálamo facturó en concepto de "Gastos de Empresa Remunereación" en los últimos siete años 1.227.851 euros, todos íntegros para él, su único propietario. El auto prueba además que Teddy Bautista estaba informado de esta peculiar forma de cobro de su mano derecha.

Por su parte, Micromega consta como otra sociedad más sin actividad real, aunque factura como "consultora". La compañera sentimental de Neri es su administradora y ha percibido más de 340.000 euros en cuatro años. Los investigadores que han efectuado seguimientos a la mujer de Neri señalan que ella "no tiene la titulación que la habilite para actividades de asesoría, siendo su rutina diaria conocida ajena al desempeño de cualquier actividad profesional en un horario laboral de mañana". En el auto figura, por último, dos empresas más ligadas a familiares y amigos que harían de pantalla para el lucro del clan de Neri. Son Luna Negra Producciones y Ribera de Mayorga.

Las primeras noticias del chiringuito económico fraudulento de José Neri vieron la luz hace cuatro años. Siguió funcionando con idéntico proceder, aunque con mayor discreción y menores ingresos. En este último año Neri intentó deshacerse del entramado con la fusión de la SDAE en la SGAE. No lo consiguió del todo. Esta noche ha dormido en la cárcel de Soto del Real.

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