El Valladolid ganó en la noche del pasado miércoles al Numancia por 0-3, era la final del playoff de ascenso a Primera División. Sin embargo, eso no fue lo más sorprendente de lo ocurrido en Soria... Había un hombre, un hombre que recordaba a alguien, alguien que se fue pero que todavía está en nuestras retinas.

Con un estilo algo diferente, vestido con un traje de seguridad y con un chaleco reflectante, apareció un guardia de seguridad que, a lo menos, sería el primo castellano leonés de el ya expresidente Mariano Rajoy. La grada se vino arriba al son de "Mariaaaano, Mariaaaano".

Este, al ver el estupor producido por su físico, se lo tomó con humor. Y los aficionados, cómo no, siguieron. Incluso, le pidieron que botara, y aunque en un principio, en compadecimiento con su semejante, decidió guardar luto y mantenerse firme en su puesto, no pudo resistir el ímpetu de la grada y terminó botando como uno más.