Hace dos años Hanna Gavios, una profesora de Nueva York, trabajaba en Vietnam y en unas vacaciones se escapó a Tailandia. Un día en la playa de Railay se perdió y pidió ayuda en un establecimiento para volver al hotel.

Le recomendaron que aceptara que un empleado la acompañara de vuelta, pero el hombre intentó arrancarle las ropas y en su huida Gavios se cayó por un precipicio de 45 metros y se rompió la espalda.

Ahora, la profesora ha conseguido recuperar la movilidad y se prepara para correr en la maratón de Nueva York, que se celebra el próximo 4 de noviembre.

Gavios explicó en su día que, pese a encontrarse postrada y dolorida tras la caída, su agresor bajó a su lado y no la violó pero sí se masturbó encima de ella antes de ir a pedir ayuda para su rescate. El hombre se enfrenta a varios años de prisión en Tailandia.

La profesora creyó entonces que nunca podría volver a movier las piernas, ni a sentir los pies, pero fue intervenida quirúrgicamente en Nueva York y comenzó una estricta terapia de rehabilitación. Al principio, necesitaba de cuatro personas para moverla, y sus músculos se llegaron a atrofiar, según cuentan el Daily Mail y el The New York Post, que dedican dos artículos a esta historia de superación.

Ahora Gavios puede caminar, ha conseguido sacarse la titulación de profesora de yoga y practica escalada en un rocódromo. Todavía no siente los pies, pero se ayuda de muletas y entrena para la famosa carrera neoyorquina hasta seis horas cada día.