El 22 de noviembre de 1963, el presidente de Estados Unidos, John Fitzgerald Kennedy, fue asesinado en Dallas cuando circulaba en un coche descapotable junto a su esposa, Jacqueline, más conocida como Jackie. La primera dama lucía un vestido rosa que pasó a la historia, y que tiene una interesante historia.
Jackie Kennedy usó el conjunto de dos piezas aquel fatídico día. Durante el tiroteo y sus consecuencias, la sangre de JFK salpicó el vestido, pero su viuda se negó a quitárselo, porque insistió en seguir usándolo para que sus asesinos "vieran lo que habían hecho".
Tal y como recoge el Daily Mail en un reportaje, el vestido, que nunca fue lavado, está almacenado en una bóveda con clima controlado en las afueras de Washington, D. C. bajo estrictas instrucciones de la familia Kennedy de que no será visto por el público hasta al menos el año 2103.
Según Lady Bird Johnson, esposa del entonces vicepresidente Lyndon B. Johnson, Jackie, desconsolada, "se recostó sobre el cuerpo del presidente" después del tiroteo, lo que provocó que éste quedara "casi completamente cubierto" de su sangre.
Johnson escribió en su diario que le pidió a alguien que ayudara a Jackie a cambiarse mientras estaba en el hospital, pero la primera dama se negó. "Con casi un elemento de fiereza (si es que se puede decir que una persona tan amable y tan digna tiene tal cualidad) dijo: "Quiero que vean lo que le han hecho a Jack", recordó Johnson.
Jackie Kennedy fue vista con el traje ensangrentado horas más tarde, cuando Lyndon B. Johnson prestó juramento como presidente. "De alguna manera, esa fue una de las vistas más conmovedoras: esa mujer inmaculada, exquisitamente vestida y cubierta de sangre", continuó Lady Bird Johnson.
Según el diario Los Angeles Times, Jackie Kennedy finalmente se quitó el traje a la mañana siguiente, después de regresar a Washington D. C.
Luego, su criada lo metió en una bolsa y se lo envió por correo a su madre, Janet Lee Bouvier. Aproximadamente seis meses después, supuestamente fue enviado a la sede de los Archivos Nacionales con una nota sin firmar que simplemente decía: "El traje y el bolso de Jackie usados el 22 de noviembre de 1963".
El LA Times dice que el conjunto "nunca fue limpiado" y actualmente está almacenado "en un contenedor libre de ácido en una habitación sin ventanas en algún lugar dentro del complejo de la Administración Nacional de Archivos y Registros en Maryland".
'La ubicación exacta se mantiene en secreto. La temperatura oscila entre 18 y 20 grados, la humedad es del 40% y el aire se renueva seis veces por hora", añade. "Parece nuevo, excepto por la sangre", declara a la publicación el archivero Steven Tilley, una de las pocas personas que ha visto el vestido.
El conjunto parecía ser uno de los favoritos de la primera dama, ya que lo había usado al menos seis veces antes del trágico día. Era una copia aprobada de un traje de Chanel que había comprado en la tienda Chez Ninon, con sede en Nueva York, donde se confeccionaban muchas de las prendas de Jackie Kennedy.
Curiosamente, el sombrero a juego y los guantes de cabritilla blancos del conjunto, se perdieron en el caos de aquel día.
Los artículos pertenecían legalmente a Caroline Kennedy, hija de los protagonistas, después de la muerte de la primera dama en 1994, hasta que en 2003, se hizo una escritura de donación a los Archivos nacionales con la condición de que el conjunto no se vería durante al menos un siglo.
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