Una joven de Colorado, EE UU denunciaba en su cuenta de TikTok cómo había sido expulsada de su gimnasio porque la esposa del dueño consideró que su forma de vestir para hacer ejercicio no era apropiada. 

"Hoy fui al gimnasio como cualquier día, con una camiseta sin mangas, mallas y básicamente, embarazada de cinco meses, con un poco de barriguita", explicaba Emi Romero, que así se llama la agraviada. 

"Es un gimnasio orientado básicamente a culturistas y sobre todo hay hombres y en las paredes tienen decenas de fotos de competiciones con hombres llevando unos bañadores diminutos como biquinis. Yo solía competir, así que me parece genial todo eso", hacía ver, adelantando la doble moral de la que fue víctima. 

"Cuando me mudé y llegué a este gimnasio me dijeron que tenían un código de vestimenta que no permitía los sujetadores deportivos, lo que me extrañó en un gimnasio de culturistas", contaba, a pesar de lo cual adoptó la norma. 

"Ahora tengo dificultades para vestir por el embarazo, así que llevo estas camisetas sin mangas", decía, a la vez que mostraba una foto con una camiseta marrón de deporte y unas mallas estampadas de tipo tie dye.

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El día en cuestión, la joven notó algo raro. "La mujer del dueño me estaba mirando todo el tiempo mientras yo hacía ejercicio". Poco después, el dueño se le acercó y le preguntó si podían hablar un momento. 

"Me dijo: 'Escucha, mi mujer tiene un problema con lo que llevas puesto. No permitimos sujetadores deportivos'". Emi le hizo ver que no llevaba un sujetador, sino una camiseta. 

"No, si estoy de acuerdo contigo, pero para mi mujer es muy difícil diferenciar lo que es un sujetador deportivo... así que vas a tener que irte o ponerte una camiseta", contaba que le dijo el dueño. 

"Miré y vi que había otras chicas con camisetas súper cortas, con todo el abdomen al aire y pensé ¿qué estoy haciendo mal yo?", narraba la joven, que a continuación le preguntó al dueño qué diferencia había con las fotos de culturistas semidesnudos. "Eso es completamente diferente", le dijo el dueño. 

Finalmente, la deportista tuvo que salir del gimnasio y por supuesto ya se ha replanteado ser socia de ese lugar.