Afua Asantewaa Owusu Aduonum es una periodista y activista por los derechos de la mujer muy conocida en Guinea. Aunque ahora también lo será en todo el mundo gracias a su proeza, que nada tiene que ver con sus actividades laborales. 

Y es que la mujer ha conseguido batir un récord que llevaba más de una década sin superarse, el de cantar ininterrumpidamente. En total, la guineana llegó a las 126 horas y 52 minutos, es decir, más de cinco días seguidos. Un logro que solo ha sido posible gracias a un duro trabajo de concentración. 

De acuerdo al Récord Guinness, este puesto lo ostentaba el cantante indio Sunil Waghmare, quien cantó en 2012 sin parar durante 105 horas. Por ello, ahora Afua espera hacerse con la victoria. Por el momento, Guinness está valorando si su intento fue, o no, válido. De serlo, se convertiría en una de los cientos de personas que actualmente forman parte del libro de los récords.

Como así ha narrado la periodista, todo comenzó el día de Nochebuena, cuando planeó superar el récord de Wghmare. Sin embargo, a las 11 horas de su intento decidió continuar hasta que su cuerpo no aguantara más. De hecho, de acuerdo a las palabras de la activista, solo se detuvo en la marca de casi 127 horas por una orden de los médicos.

"Ha hecho 126 horas, démosle un aplauso. Lo ha hecho muy bien, todos estamos orgullosos, ha puesto a Guinea en el mapa y ha enorgullecido a la industria musical", aseguró Grace Buckman, una de sus doctoras. "Pero como equipo médico, su salud es ahora nuestra máxima prioridad, y tenemos que asegurarnos de que está bien".

La cantante llegó a perder la voz, por lo que los médicos temían por su salud: "Nos habría encantado que siguiera hasta el mediodía, pero como equipo médico, tenemos que pararla y proteger a Afua todo lo posible. El cansancio se ha apoderado de ella, y ahora trabajaremos para que se recupere y esté lista para volver a dirigirse a todos".

Como así aseguró el equipo médico, debido a la falta aguda de sueño, Afua había comenzado a mostrar signos de estrés mental. Seguir cantando no hubiera sido sano para la intérprete y ahora solo queda descubrir si su esfuerzo ha valido, o no, la pena.