Uno de los jugadores de ruleta más misteriosos y exitosos del mundo ha concedido su primera entrevista, y en ella ha revelado cómo le ganó a la rueda en los casinos de todo el mundo.

Hace casi dos décadas, el croata Niko Tosa y dos de sus socios fueron arrestados después de ganar 1,3 millones de libras esterlinas (casi 1,5 millones de euros) en el exclusivo casino Ritz Club de Londres durante varias noches.

Después de lanzar teorías como que el trío había usado láseres y microcomputadoras para predecir el movimiento de la rueda, los investigadores de Scotland Yard no pudieron encontrar ninguna evidencia de trampa y retiraron los cargos después de una investigación de nueve meses.

Ahora, en una entrevista con Bloomberg Businessweek, Tosa afirma que su sistema es simple, aunque difícil de replicar: primero, encontrar una mesa de ruleta con un ligero sesgo o defecto que reduzca la aleatoriedad.

En segundo lugar, calcular mentalmente dónde aterrizará la pelota una vez que esté en movimiento, basándose en innumerables horas de práctica en una rueda de casa.

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Tosa, que vive en un pequeño pueblo croata, se burló de la idea de que se basó en una computadora como un concepto fantástico de una película de James Bond y le dijo a Bloomberg: "Somos campesinos".

El croata insiste en que su ventaja en la rueda de la ruleta se debe a la pura concentración mental. Por lo demás, poco se sabe de Tosa, que es un seudónimo. Bloomberg accedió a no revelar su nombre real como condición para la entrevista, y su foto nunca se publicó.

Se cree que tiene unos 50 años y vive en un pequeño pueblo costero al sur de Dubrovnik. Tosa proviene de una familia prominente, según Kit Chellel, el reportero de Bloomberg que logró localizarlo allí y entrevistarlo.

Tosa admite abiertamente que ha usado nombres falsos y disfraces para visitar casinos de todo el mundo sin ser detectado, y dice que ha sido golpeado varias veces por matones de casinos enfurecidos por su habilidad para ganar en la ruleta.

El jugador profesional ha sido visto en casinos en Rumanía, Polonia, Eslovaquia e incluso en Kenia, mientras buscaba lugares de juego más lejanos donde no sería reconocido y expulsado.