A causa de una solicitud para cambiar una cerradura la policía de Liverpool tuvo conocimiento de que en una gran casa adosada de la ciudad había lo que podría ser una plantación de marihuana. 

Una vez conseguido el permiso del juez, los agentes se personaron en la vivienda y la registraron, encontrando que en las seis habitaciones del interior había cerca de 200 plantas de marihuana, con un montaje de cultivo que definieron como "sofisticado". 

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Pero además, la policía encontró signos de que el lugar también estaba siendo utilizado como vivienda, pues había restos de comida, objetos personales y demás. Y así era: el inquilino se llama Etmond Lika, tiene 32 años y procede de Albania. 

La cosa no habría dado más de sí si no fuera porque durante el registro se pudo fotografiar a Lika subido al tejado. El sospechoso de ser el que mantenía en marcha la plantación oyó a los agentes y salió por una ventana de la buhardilla, apoyándose en su parte superior y tratando de ocultarse así de la policía. 

De hecho, en las imágenes puede verse a un agente asomado a esa misma ventana batiente, pero mirando el dirección contraria. A pesar de la audacia y la temeridad del sospechoso, acabó por ser detenido y condenado a dos años y cuatro meses de prisión. 

Al parecer, el acusado había entrado ilegalmente en el país y mientras vivía en la calle alguien le ofreció cien libras semanales por vivir en el edificio y ocuparse del mantenimiento de la plantación.