La pareja que ganó 2 millones en la lotería y ya no les queda nada del premio: "Estamos mucho peor que antes de ganar"

Roger y Lara Griffiths, celebrando su triunfo.
Roger y Lara Griffiths, celebrando su triunfo.
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Roger y Lara Griffiths, celebrando su triunfo.

La mayoría de la gente sueña con ganar un gran premio de lotería, pero hay muchas historias acerca de afortunados que no supieron gestionar bien sus fortunas y acabaron no como antes, sino incluso peor.

Es la historia de Roger y Laura Griffiths, una pareja británica que en octubre de 2005 se embolsaron un premio de 1,8 millones de libras, unos dos millones de euros. Ahora, 17 años después, no tienen nada.

Tal y como recoge The Sun, las malas inversiones y los negocios, así como la mala suerte, hicieron que su fortuna se esfumara. En primer lugar, gastaron 800.000 libras (casi 900.000 euros) en una mansión en Yorkshire.

"Ganar la lotería no es tan bueno como parece. La mayoría de las personas terminan peor de alguna manera u otra, y nadie simpatiza contigo porque ganaste el dinero en lugar de ganarlo. Ni siquiera he vuelto al punto de partida, estoy mucho peor que antes de la victoria", dice Lara Griffiths.

"Ambos venimos de buenas familias y tenemos una buena educación, pero no éramos ricos y no teníamos idea de cómo administrar una cantidad tan grande de dinero", prosigue.

Lara agregó: "El dinero causó mucha controversia desde el principio. La idea de Roger era que ambos dejaríamos nuestros trabajos y viviríamos del dinero, gastando muy poco. Mi plan era disfrutar un poco e invertir cuidadosamente el resto. Pensé que deberíamos reservar algo solo para gastar en cosas".

Pero en seguida llegaron las vacaciones en hoteles de cinco estrellas en Dubái, Mónaco o Nueva York, el Porsche descapotable que se compró Roger, el Lexus 4x4 de Lara o el colegio de 12.000 euros al año para sus dos hijas.

Lara también gastó mucho dinero en joyas, ropa, muebles y bolsos de diseñador, mientras que Roger se hizo con una colección de trajes, blanqueamiento dental e inyecciones de bótox.

"Nos dijeron que no pusiéramos todos los huevos en una sola canasta, así que decidimos invertir en propiedades y negocios. Pensamos que lo estábamos haciendo todo bien", dice Lara.

Estrella de rock y negocio fallido

Roger renunció a su trabajo para convertirse en amo de casa, administrar sus inversiones y se dedicó a su sueño de la infancia: ser una estrella de rock. Gastó 4.500 euros en guitarras nuevas y 28.000 euros en grabar un disco con una banda del que vendió solo 600 copias.

También invirtieron 225.000 euros en un negocio de spa que regentaba Lara, pero pronto empezó la gran crisis económica y el negocio empezó a perder dinero. Las cosas empeoraron en la víspera de Año Nuevo de 2010, cuando un incendio destruyó su casa. El seguro era insuficiente y tuvieron que pagar un alojamiento temporal durante siete meses.

Por si los problemas económicos no fueran poco, la pareja también se rompió cuando Lara pilló a Roger a punto de cometer una infidelidad. De hecho, a día de hoy la hija mayor del matrimonio se niega a ver a su padre.

"El nuestro es realmente un cuento con moraleja. Ambos somos personas bien educadas que trabajaron arduamente para que nuestros negocios fueran un éxito. Si esto nos puede pasar a nosotros, le puede pasar a cualquiera", concluye Roger.

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